La legisladora por el MST en el FIT Unidad, Luciana Echevarría, presentó junto al resto de los legisladores de la oposición legislativa (Encuentro Vecinal, FIT, Juntos por el Cambio, y UCR), un proyecto para la regularización de los docentes suplentes e interinos que no están pudiendo cobrar ni dictar clases.
Además de Echevarría, la iniciativa lleva las firmas de Soledad Díaz García (FIT); Cecilia Irazuzta (ARI Coalición Cívica); María Rosa Marcone y Aurelio García Elorrio (Encuentro Vecinal); Dante Rossi, Marcelo Cossar, Marissa Carrillo, Verónica Garade Panetta y Antonio Benigno Rins (UCR); Orlando Arduh, Daniela Gudiño, Darío Capitani, María Elisa Caffaratti, Juan Jure, Patricia de Ferrari Rueda, Silvia Paleo, Alberto Ambrosio y Raúl Recalde (Juntos por el Cambio).
“Hace más de 70 días estamos en cuarentena y como es sabido, la actividad educativa será una de las últimas en retornar a la normalidad, por eso resulta imperioso resolver esta situación que está vulnerando los derechos de miles de estudiantes y de sus docentes, violando derechos laborales y educativos básicos”, señaló Echevarría.
“Es notorio que mientras miles de docentes desempeñan su labor de manera remota, el gobierno no instrumente las medidas necesarias para que se normalicen los actos públicos y convocatorias de manera virtual”, denunció la legisladora de izquierda.
“Este proyecto ha sido presentado con la firma de toda la oposición y con un fuerte apoyo de diversas agrupaciones sindicales docentes, marcando la gran preocupación que existe en torno al tema. Esperamos que el oficialismo le dé curso de manera urgente. La situación de excepcionalidad provocada por la pandemia no puede ser excusa para recortar derechos y profundizar desigualdades. La educación es prioritaria en todo contexto y vamos a seguir exigiendo que se garantice” precisó en un comunicado de prensa.
En los fundamentos, el proyecto revela que “existe una gran cantidad de docentes en calidad de suplentes con sus MAB suspendidos y con la imposibilidad de acceder a los actos públicos y convocatorias a horas cátedra. Este hecho genera, por un lado, que estos docentes queden sin un ingreso mínimo para poder sostenerse, y, por lo tanto, que se encuentren en una situación de extrema vulnerabilidad social”.
Puntualiza que “los mismos no llegan a cubrir con su carga laboral un salario que le permita transitar la situación de aislamiento y por su condición, tampoco pueden acceder a las ayudas económicas que se han anunciado desde el gobierno”.
Concluye apuntando que “esto significa que cursos y asignaturas completas se encuentran sin cobertura y sin actividad durante meses enteros. O en el mejor de los casos, representa una sobrecarga de trabajo para los docentes titulares que de por sí han incrementado notablemente sus horas de trabajo bajo la modalidad remota”.
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