La bebida de la crisis: El té y el mate cocido incrementaron sus ventas un 27%.
La Canasta Básica Alimentaria (línea de indigencia) de septiembre de 2018 fue de 14.575,03 pesos y el incremento de los alimentos fue de 7,04%. Mientras que en el acumulado enero-septiembre ya llega a 38,35% y en los últimos 12 meses suma un alza de 44,61%. El proyectado enero-diciembre de 2018 llega a 49%. Por lo tanto, una familia para no caer en la indigencia debe superar los 485,83 pesos diarios de ingreso. Así lo revela un informe del Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comercios Minoristas de Córdoba que mide la evolución de los precios de la Canasta Básica Alimentaria (CBA o línea de indigencia) entre el 2 y el 15 de mayo.
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Por su parte, la Canasta Básica Total (línea de pobreza) de septiembre, que incluye alimentos, bienes y servicios, fue de 23.253,49 pesos. La inflación del mes es de 5,88% y la acumulada enero-septiembre alcanza a 27,97% y “la inflación real proyectada” para 2018 asciende a 41%. Esto implica que para no estar debajo de la línea de pobreza se requieren ingresos superiores a 775,12 pesos diarios.
Las ventas del rubro alimentos, en volumen y en comercios minoristas, disminuyó un 2,90 por ciento en septiembre respecto de agosto de 2018 y sobre el mismo mes del año pasado, la caída llega a 4,64%.
En los comercios minoristas, la incidencia del fiado alcanzó a 34,50 por ciento en el mes de la primavera.
En las conclusiones del trabajo, el Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comercios Minoristas de Córdoba indica que “la Inflación descontrolada desde hace meses, y en particular durante el pasado mes de septiembre, ha generado subas continuas y generales de precios, resultando entre los más afectados los alimentos, y a su vez entre ellos, aquellos de mayor rotación, es decir los de mayor consumo”.
Y apunta que “esto ocasionó un franco deterioro del poder adquisitivo de la sociedad, y más aún de aquellas familias en situación de vulnerabilidad, quienes han debido recortar sensiblemente la ingesta de alimentos que hasta hace meses mantenían”.
ALIMENTO POR ALIMENTO
Como sucede desde 2016, la población modifica sus hábitos alimentarios, eliminando o reduciendo en su dieta aquellos alimentos de mayor valor nutricional, pero de precios más elevados, por otros con menor valor, pero que afectan la diversidad que requieren una alimentación saludable.
Así cae el consumo interanual de carne vacuna (-18,35%), pescado fresco (-19,8%) y carne porcina (-3,9%) y se incrementa la compra de pollo (+2,5%).
Las frutas y verduras, con excepción de papas y batatas, perdieron 11% en septiembre 2018, respecto del mismo mes de 2017. Por su parte, las papas blancas y negras aumentaron sus ventas en un 20,07%. También subieron fideos secos (+18,4%) y arroz y polenta (+8,75%). La leche fluida tuvo una reducción de ventas de 14,50%, los quedos blandos cayeron un 18,30%. Los que subieron fueron el té y el mate cocido (+27%) y la Yerba Mate (+26,39%).
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