Un viernes 12 de mayo pero de 2017, Bruno Lábaque decía adiós a su actividad profesional ante un Polideportivo Carlos Cerutti colmado para la ocasión. Su último juego fue justamente con la camiseta del “Griego” frente a un Instituto recién ascendido en la temporada 2016-17. Fue la frutilla del postre, de una carrera repleta de emociones y sueños cumplidos.
“Imaginé y soñé ser jugador de básquet y jugar algunos años en Atenas y con Milanesio. Después fue pasando todo y muy rápido. Estoy totalmente tranquilo y sé que di todo. Gracias a todos, directivos, compañeros, rivales, árbitros, gracias porque me dieron la posibilidad de desarrollar mi sueño”, declaró ese día.
Creció al lado de sus ídolos y fue forjando el camino a su manera, llegando a ser un ídolo más del multicampeón cordobés. Al principio tuvo que lidiar con ser el hijo de Felipe Lábaque, el dirigente más influyente de la institución de General Bustos, pero a base de sacrificio, entrenamiento y una personalidad de ganador, logró espantar esos fantasmas para demostrar de qué estaba hecho.
“Fui un jugador con mucha entrega, no quería imitar a Milanesio. Sabía que no iba a ser ni la mitad de él. Yo tenía que hacer lo que no hacía él, que era defender toda la cancha, al que hacía puntos ir a defenderlo, pelearme, sacarlo del juego. Jugué mucho con mi físico. Era fuerte, rápido, después le fui agregando tiro. Nunca dejé de entrenar, siempre le iba agregando cosas al juego”, afirmó meses después del retiro.
En Atenas, Bruno Lábaque es el tercer jugador histórico con más partidos disputados (843 en un total de 19 temporadas) detrás de Osella y Milanesio. Es el tercer goleador (7977), está segundo en rebotes (1688), primero en asistencias (2514) y segundo en tiro de tres puntos (1074). En la historia de La Liga es el quinto con más partidos jugados (920). Detrás de Osella, Gutiérrez y Cocha (23) es el que tiene más temporadas (21).
A su vez, consiguió 12 títulos en su carrera, y todos con la camiseta del “Verde Griego”. Ganó cinco de los nueve titulos de Liga Nacional que tiene Atenas (1997-98, 1998-99, 2001-02, 2002-03, 2008-09); también ganó dos torneos de Campeones (1998, 1999); un Súper 8 (2010); una Copa Argentina (2008); un Panamericano de Clubes (1996) y dos Ligas Sudamericanas (1997, 1998).
Tras terminar su carrera deportiva, el ex base del Griego comenzó a cumplir una nueva función a nivel institucional en Atenas, siendo el Manager deportivo. Sin títulos, pero con el objetivo de terminar el estadio en barrio General Bustos, Lábaque sigue ligado al club de sus amores. Ese que lo vio crecer desde que era tan solo un niño y le permitió ser uno de los jugadores más importantes en la historia del club y de la Liga.
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