Mauricio Abbá, el hombre de 43 años que estaba desaparecido desde el pasado viernes 13, fue hallado muerto, con un tiro en la sien derecha, a un kilómetro, aproximadamente del cementerio y a cuatro del casco urbano de la ciudad de Freyre, en el noreste de la provincia de Córdoba.
Según el primer informe de la autopsia que realizaron los forenses en la ciudad de San Francisco, el hecho es compatible con un suicidio. En principio, la muerte de Abbá se habría producido en el mismo día de su desaparición.
El cadáver de Abbá fue hallado en la mañana del miércoles, con el arma, un revolver calibre 32, en su mano derecha. También fue encontrada la moto en la que se desplazaba y varias cartas. Además, estaba vestido con la misma ropa que tenía el día que abandonó su casa.
La fiscal del segundo turno Silvana Quaglia se hizo presente en el lugar y la Policía Científica trabajó en el sitio donde fue encontrado el cuerpo.
El hombre se había ido de su casa el viernes 13, a las 18:30, luego de una discusión con su mujer Luciana Grosso (40). Su teléfono celular había tenido la última activación a las 20:34 de ese mismo día, en el radio de la localidad de Freyre. Dos vecinos dijeron haberlo visto el sábado 14, fumando frente a la puerta de su casa, pero su mujer dijo que la última vez que lo vio fue el día anterior.
Abbá tenía una hija de 9 años y trabajaba en una distribuidora mayorista de artículos de ferretería, en la misma ciudad de Freyre.
Fueron los perros de búsqueda llevados por la Policía desde la ciudad de Córdoba después de doce días, los que dieron con Mauricio. Pudieron establecer el rastro del hombre hacia el Norte de la ciudad y el rastrillaje enfocado en ese territorio finalmente dio sus frutos.
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