El presidente Mauricio Macri y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, manifestaron su apoyo este jueves al ex-candidato a gobernador de Córdoba,Mario Negri, a quien encomendaron la tarea de recomponer las relaciones en Cambiemos (y con la UCR) en la provincia donde el último domingo fue reelecto el peronista Juan Schiaretti.
Negri es también el dirigente preferido de la diputada nacional Elisa Lilita Carrió.
La división de Cambiemos, impulsada por la Casa Rosada, terminó de facilitar la victoria de la fórmula del oficialismo provincial por casi 27 puntos de diferencia sobre la suma de los dos binomios encabezados por candidatos radicales (el otro era el del intendente, Ramón Mestre) e impidió la victoria de un candidato propio en l capital cordobesa, donde las dos listas amarillas sumaron más votos que el candidato electo, Martín Llaryora.
La visita de Negri a la Casa Rosada estaba pautada originalmente para este miércoles post-sesión en la Cámara baja, pero se pospuso por la cena que mantuvieron referentes del radicalismo en un restorán del barrio porteño der Monserrat, donde se habló del rol del partido dentro de Cambiemos.
Negri se juntó con Peña para almorzar, pero antes ambos recibieron la visita de Macri, quien le dio al diputado un cálido abrazo y “le agradeció haber defendido los valores de Cambiemos en Córdoba”.
El presidente y el jefe del interbloque oficialista pactaron una nueva reunión -esta vez, a solas- para la semana que viene.
Una vez que Macri se retiró, Negri y Peña hablaron de la performance del radicalismo dividido en Córdoba, y el jefe de Gabinete sugirió -según las fuentes consultadas- que el desempeño “hubiese sido peor si Ramón Mestre hubiera sido candidato único”.
Superada la instancia electoral, Macri y Peña le pidieron a Negri que “se ponga al frente del proceso de reunificación de Cambiemos en Córdoba”.
Con mi amigo @marioraulnegri #DefensoresDelCambio #Cambiemos pic.twitter.com/kJlKi97rqs
— Marcos Peña (@marquitospena) May 16, 2019