Los 2.500 habitantes de Tío Pujio, el pueblo cercano a Villa María, no hablan de otra cosa que no sea del crimen de Luna Viera, la niña de 5 años que el miércoles a la tarde fue hallada con un golpe en la cabeza, en el patio de una vivienda ubicada en la calle Intendente Alcantares al 300, de barrio IPV. Mariano Gutiérrez Cingolani, de 30 años, vecino de la casa donde apareció el cuerpo de la niña, es el único detenido e imputado del homicidio.
La fiscal de feria, Silvana Maldonado, decidió no tomarle declaración ayer a la espera de pericias claves: Cingolani, quien según su propia familia “es como un niño” y padece una discapacidad mental, fue trasladado a Córdoba donde fue sometido a una pericia psiquiátrica y luego otra vez llevado a Villa María, donde permanece detenido. También espera los resultados de la autopsia. Fuentes de la investigación dijeron a ENREDACCIÓN que la pequeña tenía “sangrado en la nariz” y “signos de violencia”. Su cuerpo estaba junto a una tapia, vestido pero sin las botas, a unos seis metros de la vereda.
El jefe de la departamental, comisario Mauricio Rantica, dijo a este medio que de la casa del imputado no fue allanado ningún objeto contundente que pueda haber sido usado para golpear a la pequeña. La versión de la familia del imputado, que accedió a hablar por teléfono con ENREDACCIÓN, es que la niña iba a jugar siempre a “la zona de la tapia”, que eran conocidos de la familia y que “solía subirse a la tapia para sacar naranjas de una planta”. La coartada del imputado, es justamente que la pequeña cayó desde el muro.
Para los investigadores, la hipótesis principal es la del crimen. “Hay elementos de convicción suficientes para presumir que esta persona ha participado de un delito grave”, se limitó a señalar la fiscal en diálogo con este medio. Sobre si hay testigos que hayan visto al hombre junto a la pequeña, momentos antes del hecho, dijo: “estamos trabajando en eso”.
ULTIMA HORAS
“Me voy a buscar el vestido de princesa así vuelvo a jugar”. Según una testigo, vecina de barrio, esas fueron las palabras de Luna, el miércoles por la tarde. “Estuvo con mis dos nietitas jugando en la calle. “Me quedé un rato y no venía. La nieta más chiquita se puso a llorar, me vine adentro y Luna no vino más”, dijo la mujer a Cadena 3.
Comenzaba a caer la tarde. Según otros testigos que declararon ante la fiscal, Luna fue a comprar caramelos a un almacén de la cuadra con un billete de 50 pesos que le dio su madre. Como no regresaba, su familia se preocupó y salió a buscarla.
Sonia, otra vecina, contó a la prensa de Villa María: “Yo escuché los gritos y salí corriendo. Y la vi a ella que me decía que la nena estaba muerta y fuimos hasta allá pero yo no me arrimé”. Y agregó: “Ella gritaba que la habían matado. Y ahí salió toda la gente y llamamos a los Bomberos. La nenita estaba muerta a la vuelta del negocio a donde había ido a comprar. Yo le preguntaba a la madre porque decía que la habían matado, pero ella no me contestaba”.
La muerte de Luna abrió una grieta en la sociedad de Tío Pujio. Gran parte de la familia Cingolani decidió ayer mudarse a Villa María, por temor a la reacción de los vecinos. Dicen que intentaron quemar sus casas. Cingolani tenía antecedentes por robar maquinas de campo, que luego él mismo habría llevado a la Policía.
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