Se llama Marcelo Mindlin. Es un cordobés de La Carlota, en el sudeste provincial y uno de los hombres de negocios que más escucha el presidente Mauricio Macri. El otro es Nicolás Caputo. Mindlin es el dueño de Pampa Energía y posee la mitad del paquete accionario de CITELEC, la sociedad que controla junto con el Estado a TRANSENER, la compañía que controlaba las líneas de transporte donde se produjo la falla que desencadenó el fenomenal apagón del día del Padre, el domingo 16 de junio último.
A través de un consorcio integrado por Pampa Cogeneración e YPF concretó la compra, por 533,4 millones de dólares, de la central termoeléctrica de Ensenada de Barragán, que estaba en manos de la empresa estatal Integración Energética Argentina (IEASA), la heredera de ENARSA.
El monto total de la transacción se compone de un desembolso en efectivo por parte del consorcio empresario de 229,4 millones de dólares efectuado este mismo miércoles y la asunción de una deuda de 303,9 millones de dólares, tomada para la construcción de la central.
Además, el consorcio comprador, asumió la obligación de completar la obra de cierre de ciclo de combustible que se estima en una inversión de aproximadamente 180 millones de dólares.
La Central Ensenada de Barragán se encuentra ubicada en el polo petroquímico de la localidad de Ensenada, en la Provincia de Buenos Aires, sobre la Ruta Provincial N°11 y el canal del Gato, aproximadamente a 10 kilómetros de la ciudad de La Plata y a 50 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dispone de una potencia instalada de 560 MW y operar desde el 28 de abril del 2012.
Según el comunicado de prensa de IEASA, el contrato establece que la empresa estatal cede y transfiere a Pampa Cogeneración e YPF el fondo de comercio y todos los bienes, derechos y obligaciones que lo integran. Asimismo, YPF y Pampa se harán cargo de la continuidad laboral de los empleados de la central de acuerdo a lo establecido en el artículo 225 de la Ley de Contrato de Trabajo.
La política privatizadora fue habilitada con el decreto 882/2017 que lleva las firmas del presidente Mauricio Macri y el exministro de Energía, Juan José Aranguren.
El decreto autoriza a vender las centrales eléctricas que operaba la ex Enarsa y las acciones del Estado en las eléctricas y otras compañías energéticas. El decreto 882 fue publicado en el Boletín Oficial el 1 de noviembre de 2017. Entre esas compañías se encuentra la cordobesa Dioxitex.
Se trata del mismo decreto que habilitó a cambiar el nombre de Enarsa por el de “Integración Energética Argentina SA” y que le restituyó el viejo nombre a las dos centrales hidroeléctricas sobre el río Santa Cruz: “Cóndor Cliff” y “La Barrancosa”, en lugar de “Jorge Cepernic” y “Néstor Kirchner”.
En el decreto se faculta al Ministerio de Energía a “proceder a la venta, cesión u otro mecanismo de transferencia, según corresponda”, de:
– Los activos correspondientes a las Centrales Térmicas de Generación Eléctrica “Ensenada de Barragán” y “Brigadier López”, así como la transferencia del personal y contratos relacionados con dichas centrales (que son las dos que saldrían a la venta junto a Transener).
– Los activos y los derechos correspondientes al proyecto Central Termoeléctrica Manuel Belgrano II.
– La participación accionaria de ENARSA en Compañía Inversora de Transmisión Eléctrica CITELEC SA (propietaria del paquete accionario en Transener).
También, se dispuso la venta o cesión de las participaciones accionarias de titularidad del Estado Nacional en las siguientes sociedades: Central Dique, Central Térmica Güemes, Central Puerto, Centrales Patagónicas, Empresa de Transporte de Energía por Distribución Troncal de la Patagonia (Transpa) y Dioxitek, aún en funcionamiento en el barrio de Alta Córdoba. La empresa está construyendo una nueva planta en Formosa, donde trasladará sus operaciones, pero tiene permiso de operación aquí hasta fines de 2018.
Por su parte, Marcelo Mindlin es el que adquirió Iecsa, la empresa constructora del Grupo Macri, al primo de Mauricio, Angelo Calcaterra. Antes de esa operación se había quedado con la filial argentina de Petrobras, por lo que durante los años de gobierno de Macri, saltó del puesto 103 en el ranking, al top ten. Entre otros activos clave, el grupo Pampa Energía, produce el 10% de la electricidad y el 8% del gas del país; es dueño de Edenor; la mayor transportadora eléctrica del país, Transener; y de una de las dos de gas, TGS. Las acciones de su grupo crecieron a la par de las ganancias de los generadores de energía, las petroleras y los prestadores de servicios públicos, a los que el gobierno les garantizó tarifas en dólares.