Tras el allanamiento de 25 celdas en la cárcel de Bouwer fueron incautados 14 celulares, cables USB y cargadores, que estaban en poder de los reclusos. De acuerdo a la información brindada luego del operativo, se investiga si el ingreso de los aparatos fue realizado utilizando un dron. Sin embargo, llama la atención la modalidad por las características de seguridad de ese penal, donde movimientos de ese tipo debieron haber sido observados por personal del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC) desde alguno de los distintos puestos de guardia.
Por el momento, el Ministerio Público Fiscal (MPF) no informó si se había abierto alguna investigación sobre personal de la cárcel, pero fuentes con acceso al caso indicaron que se encuentran abiertas distintas hipótesis de trabajo.
Señala el MPF en un comunicado que, por orden del Fiscal José Alberto Mana, a cargo de la Fiscalía de Instrucción del Distrito 1, Turno 3 se practicaron 25 allanamientos en el Complejo Carcelario de Bouwer donde se secuestraron catorce celulares, nueve cables USB, cuatro fuentes de alimentación, un auricular con cable y un auricular inalámbrico, siete puntas tipo serrucho y cuatro plaquetas de fuentes de alimentación.
El operativo fue realizado por la Brigada de Investigaciones de la Comisaría 31 junto a personal de la Dirección General de Investigaciones Criminales de la Policía de la Provincia de Córdoba, con la colaboración de personal del Servicio Penitenciario.
Las actuaciones, indica la información oficial, fueron iniciadas en virtud de “un dato anónimo recibido por la Fiscalía de Instrucción interviniente, por el que se ordenaron diversas medidas investigativas que concluyeron con las órdenes de allanamiento efectuadas”. Y agrega que “por el resultado positivo de las mismas, la investigación continuará con las medidas investigativas que resulten pertinentes”.
Por su parte, el comisario Walter Casas, en declaraciones periodísticas, dijo que “utilizaron el dispositivo volador para entregar teléfonos celulares y elementos punzocortantes a los reclusos. La investigación puso en manifiesto que, debido al estricto control en la unidad carcelaria, los delincuentes recurrieron a métodos innovadores para introducir objetos prohibidos. Una modalidad que se usó en la cárcel de Cruz del Eje, que desde afuera hacían volar un dron”.
Al parecer, los operativos se realizaban en espacios libres donde los internos podían recibir los objetos arrojados desde el aire.
El comisario explicó que “un delincuente proveedor de teléfonos celulares estaba fuera de cuerpo, y con un dron les tiraba o bajaba el dron a donde estaban estos reclusos”.
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