“Las sierras…” va diciendo Sol Pereyra sobre las cosas que extraña de Córdoba mientras de fondo se escucha el sonido cosmopolita del Distrito Federal con algún vehículo que pasó a alta velocidad e interrumpe en el teléfono. La música cordobesa, aunque nacida en Mendoza, vive en México, desde donde habló con ENREDACCIÓN sobre su reciente disco Prendete.
El material está disponible en todas las plataformas desde el pasado 21 de abril. La portada de color amarillo fuerte y con ella repetida insinúa que el contenido musical va de frente y sin perder la alegría. Roquero en letra, actitud y ritmo, también se intercalan otros estilos, entre ellos se puede escuchar alguna cumbia. Es el cuarto álbum como solista. Previamente, en 2009, editó Blablabla; 2011, Comunmixta y 2014, Tirame agua. Asegura que todos tuvieron su complejidad y que “cada uno fue la sensación de estar frente algo nuevo, te hace sentir metas particulares que generan desafíos para superarlas”. La producción de 2017 fue realizada a través de una campaña de financiamiento colectivo.
Durante el proceso de grabación, con su equipo combinaron la exigencia con el disfrute: “Un hilo conductor del trabajo era pasarla bien, por ejemplo, bailar mientras componíamos o hacíamos arreglos”.
A principios de los 2000 fundó Los Cocineros, un grupo que marcó la escena musical cordobesa, y en el 2008 se fue a México convocada por Julieta Venegas para formar parte de su banda. Se quedó a vivir allá, sin embargo viaja a Argentina permanente. Córdoba es un destino seguro porque sigue siendo su corazón y su casa: “Extraño de todo. Caminar por mi barrio, tengo un fetiche con la calle San Martín, ir al baile de la Mona, ver a mis amigos, mi familia, ir a las sierras”…
CON DEDICATORIA
“Todas las canciones me gustan demasiado” confiesa Sol Pereyra sobre los 10 temas que componen Prendete. De todos ellos, elige dos para los lectores de ENREDACCIÓN:
“Vamos, dale!: es el que lo cierra. Un grito furioso y súper roquero, que trata de sacarte de estado de desaliento que uno mismo se da o cuando te sentís atacado socialmente. Es como un grito de ‘¡vamos dale!, no te dejes vencer por nada’”.
“El elefante: Por la letra y el tipo de ritmo parecer algo infantil, pero tiene esa cuota, incluso del realismo mágico, de pensar que uno ante una serie de realidades hostiles o de bloqueo personal puede citar un swich y convertirse en un elefante que pise más fuerte que la realidad aplastante, que es lo que dice la canción”.
Mirá el primer videoclip del disco. Es el tema La impositiva.
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