Con la frente en alto y las energías renovadas luego de la histórica fase regular, el equipo de Alta Córdoba comienza a transitar desde esta noche a las 21 horas el arduo camino de los Playoffs. El primer rival será Bahía Basket, un equipo que no cuenta con grandes figuras pero lo contrarresta con la intensidad de sus jóvenes talentos.
Justamente la buena colocación que consiguió Instituto en la tabla, le permitió dos cosas: No cruzarse con San Lorenzo hasta una hipótetica final, y arrancar la primera fase de los Playoffs contra uno de los equipos del fondo de la tabla y con ventaja de localía.
El equipo de Sebastián Ginóbili terminó 15° en la fase regular con un record negativo de 15 victorias y 23 derrotas, que demuestran el andar irregular de un equipo que apuesta en la formación de juveniles para exportación y no a reforzarse con extranjeros “caros”. De esta manera, es el plantel más joven de La Liga Nacional con un promedio de 22 años de edad. Los jugadores más veteranos son dos: el panameño Jamaal Levy con 37 años y Anthony Johnson con 31 años, el jugador que les sigue recién es el chileno Eugenio Luzcando con 24 años.
En el balance general, los bahienses tuvieron un mejor rendimiento jugando de local al ganar 11 y perder 8, mientras que fuera de casa fue uno de los peores equipos con solo 4 victorias y 15 derrotas.
Sus dos principales figuras son el interno extranjero Anthony Johnson y el base de 20 años Facundo Corvalán. El primero promedió 15.5 puntos, 7.3 rebotes, 1.5 asistencias y 53% en dobles en 24.5 minutos de acción. El segundo es la apuesta a futuro del equipo y tuvo una temporada más que prometedora, al promediar 14.1 puntos, 3,7 asistencias, 1.7 rebotes, 36,5% de triple en 28.2 minutos.
El ADN de Bahía Basket es claro: intensidad agobiante en ambos costados de la cancha. En defensa es uno de los equipos que menos puntos recibió en la temporada (78) y el que más robos consiguió (7,8), dos rubros que indican la presión física que impone el equipo para tratar de acelerar el ritmo de juego y cortar líneas de pase. En ataque no ha sido muy certero; es el equipo que menos convierte en toda La Liga, al promediar 72 puntos por juego y además el tercer plantel que más pérdidas de balón comete con 13,4.
Otro dato interesante es la poca efectividad desde el perímetro que tienen los bahienses, ya que promedió 30,2% (263/871) de triple (el segundo peor) y además fue el tercer equipo que menos convirtió desde esa zona con una media de 6,9 triples por partido. El jugador más efectivo en ese rubro fue Corvalán con 36,5% y anotando una media de 2 triples por juego.
Sebastián Ginóbili el DT bahiense. Foto: La Liga.
Instituto deberá concentrar su defensa en sus dos figuras y tratar de no cometer tantas pérdidas para disminuir las chances de que corra la cancha su rival. Justamente la defensa será fundamental, como también la efectividad desde el perímetro. Otro punto a destacar, es la debilidad de Bahía para atrapar rebotes defensivos (es el segundo peor con 31,9), un rubro donde los cordobeses se han reforzado con la llegada del interno Esteban Batista y deberán explotar.
En la temporada regular se enfrentaron en dos ocasiones con una victoria por bando. El primer juego fue en Córdoba donde “La Gloria” le ganó por 87 a 69, mientras que el jugado en Bahía se lo llevó Weber por 68 a 63 gracias a la remontada en el último cuarto.
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