Con la llegada del verano y las vacaciones, pasamos más tiempo bajo el sol y por eso es importante recordar los cuidados necesarios para cuidar nuestra piel.
“Las medidas básicas para proteger la piel de potenciales daños y del cáncer son: evitar la exposición en horarios en que el sol es más fuerte; usar protector de factor 30 por lo menos; cubrirse con gorra y ropa liviana de mangas largas si debemos estar al sol a esas horas”, enumeró Cecilia Closa, subdirectora del Hospital Oncológico Provincial.
OJO CON EL SOL
-Usar protector (al menos, Factor 30).
-Los niños no deben estar expuestos al sol entre las 10 y las 16 horas.
-Protegerse los labios.
Pero es fundamental aclarar que es sobre todo la exposición solar en la infancia la que significa mayor riesgo. “Debemos evitar completamente que los menores de un año estén expuestos al sol, y con los niños a partir de esa edad, respetar en forma estricta los horarios seguros -antes de las 10 y después de las 16- y aplicarles protector solar siempre”, explicó Closa.
El cuidado debe mantenerse durante los días nublados también, ya que la radiación ultravioleta atraviesa las nubes. “Además, hay que prestar atención al ponerse protector, cubrir bien todo el cuerpo, incluyendo el empeine de los pies, las manos, el cuello. También es necesario repetir la aplicación varias veces a lo largo del día, sobre todo al salir del agua”, precisó la oncóloga.
Otra parte del cuerpo que debe protegerse son los labios, ya que su piel es más fina que la del resto del cuerpo: solo tiene cinco capas de células en comparación a las 16 que tiene la cara. “Es importante usar un producto específico, que sea neutro, sin aditivos, perfumes ni parabenos, aplicarlo 30 minutos antes de la exposición y renovarlo cada dos horas; en especial quienes practican deportes al aire libre”, detalló Carolina Isla, directora del Instituto Odontológico Provincial.
Al respecto, también aconsejó mantener los labios hidratados con manteca de cacao o de karité, no humedecerlos con saliva porque se evapora rápidamente y favorece la resequedad, y beber abundante agua. “Estos cuidados deben mantenerse en invierno y en verano, y por supuesto, acudir a la consulta odontológica al menos dos veces al año para cuidar nuestra salud bucal”, indicó Isla.
Por su parte, Cecilia Closa recordó además que las radiaciones ultravioletas de las camas solares también son perjudiciales para la piel y pueden provocar cáncer: “Son igual de nocivas, o aún peores, dado que se acumulan a las dosis de UV que recibimos del sol y refuerzan así el efecto cancerígeno”, advirtió.
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