Facundo Muller llegó a San Lorenzo el 13 de julio del año pasado con la obligación de ganarlo todo, pero un arranque tímido al frente de un plantel plagado de figuras terminó por apartarlo del cargo más importante de su carrera. Veinticinco partidos bastaron para que la dirigencia azulgrana decida apartarlo del equipo, y luego anunciar la flamante contratación de Nestor “Che” García por el resto de la temporada. Queda claro que dirigir al tetracampeón no es cosa sencilla.
“Consideramos que los resultados hasta este momento fueron buenos, pero no era satisfactorio el rendimiento individual y colectivo del equipo. Esta percepción, que también compartía Facundo Müller, no nos generaba tranquilidad y confianza para el futuro. Evaluamos conjuntamente con los directivos algunos cambios que nos proponía el entrenador y finalmente consideramos que debíamos hacer un cambio más profundo. Un cambio que provocara una respuesta más comprometida de los protagonistas”, afirmó a “Basquet Plus” Pablo D´Angello, el manager del club de Boedo.
VER Juan Manuel Cavagliatto: “El objetivo es poner a Instituto lo más alto posible”.
Esta claro que la inminente participación azulgrana en la Copa Intercontinental era la prioridad número uno para los dirigentes. Luego de una incursión en 2019 que le dejó un sabor amargo (fue tercero tras caer en semifinales contra el AEK Atenas de Grecia), la edición 2020 está entre ceja y ceja.
NÚMEROS POSITIVOS
En una era donde los números son más prioritarios que los procesos, este cambio de rumbo parece fuera de toda lógica. Con Muller al mando, el “Ciclón” ganó 20 de sus 25 partidos, es decir que obtuvo un 80% de efectividad, logrando clasificar invicto a cuartos de final de la Champions League, clasificar al Final Four del Súper 20 y quedar tercero en la Liga Nacional a un triunfo del líder.
Ahora bien, esta claro que desde la llegada de Muller San Lorenzo no fue el mismo de años anteriores. La temporada 2016-2017 con Julio Lamas a cargo del equipo fue un antes y un después para el club, siendo imbatible en cualquier cancha y ante cualquier rival: era una maquina de ganar. Esto lo pudo continuar Gonzalo García las dos temporadas siguientes, pero en este nuevo ciclo las cosas cambiaron un poco.
MOTIVOS
La defensa, virtud ineludible cuando se habla del actual tetracampeón de la Liga, no mostraba esa solvencia que siempre tuvo cuando apretaba los dientes en los partidos más complejos. El entrenador a pesar de haber traído a la columna vertebral de su equipo anterior, nunca pudo imponer su estilo moderno al equipo de Boedo.
Tampoco le pudo encontrar la vuelta a la rotación del plantel, apostando mucho a los referentes y a sus jugadores (Facundo Piñero, Luciano Gonzalez y Esteban Batista) que no respondieron de la mejor manera, y dándole pocos minutos a los tres jóvenes más prometedores del básquet nacional.
Sin dudas Máximo Fjellerup, José Vildoza y Agustín Cáffaro dejaron en claro que tienen el talento, la capacidad y las ganas para salir como titulares en cualquier equipo. De todas maneras, Muller los ubicó en el banco de suplentes y con menos minutos que en la temporada anterior.
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Para darse una idea, Vildoza -que fue clave en las finales de la Liga de las Américas y de Liga Nacional- promedió 23.4 minutos en la 18/19, y en este año en la temporada local tiene una media de 18.9 (casi cinco minutos menos). En cuanto a Fjellerup, pese a su destacada participación en el Mundial de China, no aumentó su promedio en cancha con respecto a la temporada anterior, ya que antes promediaba 14.4 minutos y ahora 15.3 minutos. Por último Cáffaro, quien venía de ser titular en Libertad de Sunchales la temporada pasada con 23.1 minutos de media, en el “Ciclón” está promediando solo 11.3 minutos, es decir 12 minutos menos.
Con todo esto sobre la mesa, la dirigencia decidió cortar de raíz el asunto poniéndose del lado de los jugadores y no del lado del técnico, evidenciando los problemas del entrenador para manejar un vestuario lleno de figuras de peso.
PARTIDO CLAVE
La derrota ante La Unión en Formosa por 86 a 83 hace 20 días permitió vislumbrar el cortocircuito entre Muller y los jugadores. Era un partido que San Lorenzo tenía que ganar para no perder la punta, y logró mantenerse al frente hasta el último cuarto. Pero una catarata de errores, entre ellos una mala salida del tiempo muerto para empatar el juego que terminó en pérdida, determinaron la tercera derrota en seis partidos.
Más allá del resultado, la planilla mostraba una excesiva cantidad de minutos del quinteto titular (Nicolás Aguirre, Dar Tucker, Marcos Mata, Facundo Piñero y Justin Williams). Todos jugaron más de veinticinco minutos cada uno, siendo Williams (27:47) el que menos minutos jugó y el “Penka” (31:18) quien más estuvo en cancha. Por su parte, la banca solo aportó 12 puntos, siendo el “Chuzo” González quien más minutos tuvo (14) con respecto al resto.
Todo este combo no le gustó a los dirigentes, ni tampoco a la hinchada azulgrana, que en su mayoría siempre se mostró disconforme con el trabajo de Muller. El último partido en el Roberto Pando frente a Argentino (ganó 97 a 73) la gente hizo notar su desencanto con el proyecto. Es la primera vez desde el regreso a la Liga Nacional que San Lorenzo, que colonizó la competencia desde esa primera temporada 2015/16, despide a su entrenador.
“Ahora San Lorenzo comenzará a transitar la etapa decisiva y consideramos que era el momento justo para potenciar el funcionamiento del equipo tanto en la competencia local como internacional. Nuestro proyecto deportivo institucional es para protagonizar en todas las competencias que disputamos”, explicó D´Angello.
MADE IN BOEDO
Se repite la historia. El arribo a Boedo de Muller, junto a Luciano González y Facundo Piñero -dos de las figuras del equipo cordobés, a las que más tarde también se sumaría el uruguayo Esteban Batista-, fue anunciado inmediatamente después de las finales entre ambos equipos. Las versiones, incluso, señalan que las negociaciones habían comenzado mientras aquella definición se disputaba.
Ahora el equipo de Marcelo Tinelli anunció el corte de Facundo Muller un día antes del anuncio de la contratación del “Che” García. El entrerriano se enteró de la decisión horas antes de comenzar el primer entrenamiento luego del receso de verano, algo que sorprendió a propios y ajenos, menos a los dirigentes que volvieron a tener una negociación “express”.
El nombre del nuevo entrenador impactó tanto como el contexto del despido de Müller: Néstor García, uno de los DT argentinos más importantes del básquet contemporáneo. El “Che” viene de dirigir a República Dominicana en el Mundial de China, a la que condujo por primera vez en la historia a meterse entre los 16 mejores del torneo.
Por lo pronto, García firmará (todavía Müller no se desvinculó) por los próximos seis meses, aunque la intención de la directiva es que luego continúe y se haga cargo del proyecto basquetbolístico, tal como en su momento lo hizo Julio Lamas.
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