El gobernador entrerriano, Gustavo Bordet, le dijo a Infobae en una entrevista publicada ayer, que hay que replicar el modelo de unidad del peronismo como en Entre Ríos, donde también participó el kirchnerismo.
Bordet fue socio en el arranque del peronismo federal, uno de cuyos líderes es el gobernador Juan Schiaretti, pero luego se recluyó en su provincia, sobre todo, una vez que estructuró el frente electoral con el que el domingo alcanzó 58 por ciento de los votos y superó al candidato de Cambiemos, Atilio Benedetti por casi 25 puntos de diferencia. Su planteo excede el que han sostenido hasta ahora, de diferenciación y construcción de una tercera alternativa, tanto Schiaretti, como Roberto Lavagna o el salteño, Juan Manuel Urtubey.
“Este modelo ha fracasado, va camino al desabastecimiento y no tiene viabilidad para el país en los próximos cuatro años”, apuntó el mandatario litoraleño.
“Si la unión del justicialismo, incluido el kirchnerismo, y otras expresiones se extrapola a nivel nacional como sucedió en San Juan y en Entre Ríos, no hay dudas de que otra alternativa gobernará el país”, indicó sobre la brecha de 23, 5 que selló el gobernador Sergio Uñac con Cambiemos y la suya propia.
Bordet concedió que la negociación política para unir voluntades “cuando existen tantos matices” puede ser extremadamente difícil pero no imposible. “Yo hago el esfuerzo y hasta ahí llego”, indicó. Y sostuvo que las candidaturas que lideren esa coalición, siempre serán mejor “decidirlas por consenso”. Aunque no descartó que se diriman en las PASO de agosto o incluso que su candidato in pectore, Roberto Lavagna, dispute las primarias con una lista aparte.
-¿Qué lectura hace de las PASO en Entre Ríos?, le preguntaron.
-Armamos con 11 partidos. No fue fácil. Había diferencias y matices dentro del Justicialismo. Pero cuando se trata de una cuestión provincial que trasciende lo electoral, ahí es donde encontramos un camino para llegar al acuerdo: integrando listas y cediendo espacios. Y nos dio un gran resultado. La negociación fue dura. Si esto se extrapola a lo nacional, tiene que dar un resultado parecido. Hay que generar un gran frente político opositor que plantee una alternativa de gobierno. Y ese trabajo no hay que excluir a nadie.
-¿Cristina Kirchner debe integrarlo?
-Entiendo que sí. En Entre Ríos nos dio un muy buen resultado. Ahora hay que discutir quién sintetiza ese frente y de qué manera alguien puede encarnar la conducción de este frente, que es lo más difícil. Faltan dos meses para cerrar las listas. Pero en política hay cosas que se resuelven rápidamente cuando existe un trabajo previo. Eso intento hacer desde el lugar que me toca, con una posición absolutamente desinteresada ya que yo no voy a ser candidato a nada, ni me interesa ocupar nada a nivel nacional.
-Si Cristina fuera la síntesis de lo que ustedes plantean, ¿usted respaldaría su candidatura?
-Podría ser también cualquier otro dirigente. Si el fruto del consenso es Cristina, estaremos con Cristina. Si el fruto del consenso es Lavagna, estaremos con Lavagna. Y si es Sergio Massa, estaremos con Massa. Más allá de los nombres, lo importante es generar una alternativa política que no se agote solamente en que se vaya Macri. Y esa alternativa política debe entusiasmar al electorado argentino y generarle una esperanza de que se puede estar mejor de lo que estamos. Porque claramente, estamos peor que en 2015.