Víctor Saldaño fue condenado a pena de muerte en 1996, acusado de raptar y matar a un ciudadano estadounidense, junto con un cómplice mexicano. La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos declaró nula esa primera sentencia por motivos de discriminación racial, y posteriormente, un tribunal de Texas compuesto por un jurado popular volvió a condenarlo. Desde 1998, su madre Lidia Guerrero y su abogado, Juan Carlos Vega, se encuentran en batalla legal para salvarle la vida.
La resolución 14/17 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tiene fecha del 26 de mayo, pero se conoció ayer. Lleva las firmas de Francisco Eguiguren Praeli, presidente; Margarette May Macaulay, primer vicepresidente; Esmeralda Arosemena de Troitiño, segundo vicepresidente; y de José de Jesús Orozco Henríquez; Paulo Vannuchi; y Luis Ernesto Vargas Silva
Afirma que “este asunto cumple con los requisitos de gravedad, urgencia e irreparabilidad establecidos en el artículo 25 de sus reglas de procedimiento, (y) consecuentemente solicita a los Estados Unidos: a) que adopte las medidas necesarias para proteger la vida y la integridad personal de Víctor Hugo Saldaño; b) Evitar llevar a cabo la pena capital sobre Víctor Saldaño; c) Asegurarse que las condiciones de detención sean consistentes con los estándares internacionales; d) proveer una adecuada atención médica para su estado de salud mental y e) Adoptar las medidas en cuestión, consultando con el beneficiario y su representante.
Vega afirma sobre la resolución que “más allá de la importancia que tiene esta decisión en el plano jurídico, expresa la valentía y la solidez jurídica de una decisión del órgano de defensa y protección de Derechos Humanos más importante que tiene América”.
Agrega que “revela el acierto de nuestra demanda del año 1998, cuando denunciamos la discriminación racial en el sistema judicial americano, que sin duda era y es el más garantista del mundo. Pero claro, no es igual para todos. Este fue nuestro planteo en 1998 y ello era políticamente incorrecto. Resulta que lo probamos con pruebas concluyentes al decir de la sentencia dictada por la CIDH el 10 de Diciembre de 2016. El cordobés Víctor Saldaño vive desde hace 20 años en el “Corredor de la Muerte” que es un sitio técnico de Tortura y no una cárcel. Y vive allí en base a una sentencia impregnada de discriminación racial y declarada ilegal por la CIDH”.
El cordobés Víctor Saldaño vive desde hace 20 años en el “Corredor de la Muerte” que es un sitio técnico de Tortura y no una cárcel. Y vive allí en base a una sentencia impregnada de discriminación racial y declarada ilegal por la CIDH.
También pondera que “el Caso Saldaño va más allá de la tragedia de Víctor y de su madre Lidia. Tiene impacto muy fuerte en un mundo marcado por políticas y acciones de “ discriminación por raza, nacionalidades o religiones. Este es el verdadero significado del Caso Saldaño. Y la decisión de la CIDH es un fuerte llamado de atención a favor de la no discriminación y de rechazo a la pena de muerte. Va en línea con la palabra y los gestos de apoyo del Papa Francisco”.
UN MUNDO DE 3 X 2,8 METROS
Hace más de 20 años que Saldaño pasa sus días en una celda de 3 por 2,8 metros, en la Unidad Allan Polunsky, en Texas. Sólo sale de allí para ducharse o para ir a una sala de recreación (también cerrada). El contacto con los guardias es escaso: sólo en aquellos momentos en que se le colocan esposas para que salga de la celda, ya que la comida se la pasan en bandejas, a través de un pequeña buzón que hay en la puerta.
“El corredor de la muerte es un sitio de tortura, en los términos de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes de la ONU. Así lo dicen los precedentes jurisprudenciales a nivel internacional”, precisa Vega. Y agrega: “Con su aparato psicológico destrozado, el 90% de su vida se basa en el sueño. Cuando está despierto, permanece inquieto y sólo dice incoherencias. Los carceleros de Texas se encargan de mantenerlo anestesiado todo el día. Duerme 21 o 22 horas, porque si toma conciencia de dónde está y cuánto tiempo lleva, se querrá suicidar, algo que ya ha intentado en numerosas oportunidades”.
A fin del año pasado, la CIDH “recomendó” a Estados Unidos conmutarle la pena, sacarlo del corredor de la muerte y proveerle debida atención de salud mental. “Hace 18 años que lucho por la vida de Víctor Saldaño, y hemos logrado la decisión más importante que puede haber dado la CIDH, que es técnicamente una sentencia contra Estados Unidos, donde se hace lugar a todos y cada uno de los argumentos jurídicos que estamos sosteniendo desde 1998. Son 48 hojas de sólidos fundamentos jurídicos que no tiene precedentes”, explicó en su momento el abogado del condenado.
El documento califica al tratamiento penitenciario que Texas le dio a Saldaño como “cruel e infame”. Asimismo, enumera todas las violaciones a la Declaración Americana de los Derechos Humanos, que forma parte de la Carta de la OEA. Allí solicita a Estados Unidos revisar el juicio y la sentencia, acorde con el derecho a la igualdad ante la ley y las garantías de un debido proceso.
EL NUEVO PEDIDO DE LA CIDH
La resolución de la CIDH del 26 de mayo, solicita a Estados Unidos, que “el gobierno provea información dentro de un plazo de 20 días a partir de la fecha en que la presente resolución fuera emitida sobre la adopción de las medidas precautorias indicadas y que provean información actualizada de manera periódica”.
También afirma que “estas medidas preventivas toman en cuenta el contexto establecido en el reporte de merito 76/16, en el cual se ha determinado que el Estado es responsable por las violaciones establecidas en contra de los derechos de Víctor Saldaño. Lo siguiente es, no obstante el mecanismo de medidas precautorias, un procedimiento separado que se rige por el artículo 25 de las reglas de procedimiento de la Comisión. Por lo tanto, el otorgamiento y la adopción de medidas de precaución no constituyen una decisión sobre los meritos de esta materia, pero tienen el mismo objetivo de protección de los derechos que están en riesgo”. Es decir, busca que cesen las torturas que padece desde hace dos décadas, el cordobés Saldaño.
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