El abogado Juan Carlos Vega pidió ayer, en la reunión de trabajo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que Estados Unidos cumpla el Informe de Fondo 76/16 emitido por la CIDH y libere al argentino Víctor Saldaño, detenido en Texas desde 1995.
Vega que estuvo acompañado en la presentación vía zoom por el ex embajador en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, Esteban Llamosas y Alejandro Garro de la Universidad de Columbia, afirmó que “los dos Tratados Internacionales que el Senado de EEUU ha ratificado (La Declaración Americana -1951- y La Convención de Viena sobre el Derechos de los Tratados -1951-) están siendo violados por el Gobierno Federal de ese país desde hace 3 años y 4 meses al no cumplir con el Informe 76/16”.
Cabe recordar, que el argentino fue acusado del asesinato del comerciante estadounidense Paul Ray King en 1995, dos veces condenado a muerte, y dos veces anuladas esas sentencias por la CIDH, por las concepciones racistas de la Justicia estadounidense. Sin embargo, la última resolución no ha sido aceptada por Estados Unidos. Permanece desde entonces en el corredor de la muerte de una prisión de Texas.
Junto con Lidia Guerrero, madre de Saldaño, reclaman “a la CIDH (…) un Informe de Fondo aclaratorio del 76/16 por el cual se fijen los montos Reparatorios que los EE.UU. deben pagar a las víctimas por los 24 años de tortura basados en puro racismo judicial” y que “se ponga a disposición de las partes para abrir una instancia de Solución Amistosa por 60 días para acordar una fecha de traslado de Víctor Saldaño del corredor de la muerte a un psiquiátrico Federal americano o argentino y el monto de las reparaciones debidas a las víctimas”.
También piden a EE.UU., que “acepte ingresar en un proceso de solución amistosa”.
Agregan que “una vez más las víctimas decimos que no aceptamos ni queremos ninguna clemencia, perdón ni indulto del Estado de Texas. No le reconocemos a Texas ninguna autoridad moral o jurídica para perdonar a sus propias víctimas. Texas y los EE.UU. deberían pedir perdón a las víctimas del racismo. Víctor Saldaño lleva 24 años de su vida en el Corredor de la Muerte con el solo fundamento del color de su piel”.
Luego, entre los fundamentos del planteo, expresa que “el Caso Saldaño no es un simple caso de pena de muerte o de 24 años de tortura en el corredor de la muerte. Es un caso que desnuda el racismo judicial que existe en los EE.UU.”.
Dice que “a diferencia del caso George Floyd, que escandaliza al mundo con el racismo policial, en este caso lo que aparece evidente es un racismo mucho más profundo: El racismo judicial”.
Agrega que “son los jueces y son las leyes en un Estado de Derecho las impregnadas de racismo tal como la CIDH lo considera probado en el Informe de Fondo 76/16”.
Recuerda que “ya antes, en el año 2001, ese racismo judicial había sido declarado como tal por una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de los EE.UU. en el “Caso Saldaño vs. Texas”.
Precisa que “en el caso de George Floyd el racismo aparece con la brutalidad policial. En el caso Saldaño el racismo aparece detrás de las leyes y de la Justicia de Texas”.
Por último, aduce que “el racismo en este caso Saldaño no termina allí. El racismo judicial de Texas ha sido probado y declarado por la Comisión en su Informe de Fondo 76/16. Pero, a su vez, el Gobierno Federal de los EE.UU. al negarse a cumplir con las decisiones de la Comisión Interamericana está avalando, protegiendo y legitimando el racismo judicial de Texas. Desde hace 3 años y 4 meses los EEUU se niegan a cumplir con los mandatos del Informe de Fondo 76/16. Y esa negativa a cumplir con las recomendaciones de la Comisión es racismo. En el Caso Saldaño existe un Doble Racismo: El racismo judicial de Texas y el racismo político y jurídico del Gobierno Federal de los EEUU al negarse a cumplir con el mandato de la Comisión y liberar a Saldaño”.
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