Matías Suárez con la camiseta de River. (Foto: Twitter).
Belgrano de Córdoba volvió a la segunda división del fútbol argentino, luego de permanecer nueve temporadas en la elite del fútbol argentino. Su final anunciado comenzó el 21 de enero de este año, cuando su principal figura, Matías Suárez, fue vendido en 3 millones de dólares a River.
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En su cuarto paso por la primera división, el conjunto Celeste cosechó un cuarto puesto en el Apertura 2011 y un 3° en el Inicial 2012, como mejores resultados.
Justamente, el ascenso Pirata se produjo hundiendo en el primer descenso de su historia a uno de los grandes equipos del fútbol argentino: River. Lo hizo 2 a 0 en Alberdi (22/6/2011) e igualó 1 a 1 en el Monumental (26/6/2011), con un gol de Guillermo Farré. Su caída se produjo el 7 de abril de 2018, junto con San Martín (Tucumán), San Martín (San Juan) y Tigre.
La adquisición por parte de River del mejor jugador y casi única carta de gol de la B sumergió al equipo cordobés en los infiernos. Los 10 partidos que le siguieron a su ida demostraron algo de lo que señalaban los pocos que cuestionaron su venta al Millonario: el equipo convirtió 6 goles. Y en Buenos Aires, Suárez, en apenas 9 partidos en River, convirtió 3 y asistió a sus compañeros para otras dos conquistas.
De los 6 goles de Belgrano, 1 se lo hizo a Boca, 3 a Patronato, 1 a Lanús y otro, este domingo, a Godoy Cruz. En los restantes seis encuentros no convirtió, consiguiendo 5 empates sin abrir el marcador y una derrota, frente a Racing, día en el que Diego Mendoza no empujó una pelota que le pasó por delante, a escasos metros de un arco vacío. Una evidencia contundente de que Belgrano sufrió la falta de los goles que podía aportarle el delantero nacido en La Falda, formado en Unión San Vicente, y que explotó en el Pirata de Alberdi en las temporadas 2005/2008.
Suárez, en su último paso por el conjunto cordobés, convirtió 10 goles, hizo 10 asistencias, tuvo intervención en las jugadas de otros 20 goles celestes, y promedió 0,15 goles por juego (10 en 67 encuentros). Si bien, dicen que en el fútbol no caben las suposiciones, está claro que si hubiera hecho los 3 que hizo en River o los 2 que venían promediando en la B más las 2 asistencias que entregaba cada una decena de partidos, probablemente, Belgrano podría haber tenido otro destino al del descenso.
Con la llegada de Mauricio Cuero, autor del tanto de la victoria frente a Godoy Cruz, se especulaba con una delantera de lujo, donde el colombiano tenía que ahorrarle parte del desgaste al que era sometido Suárez como único delantero capaz de desequilibrar en los metros finales, pero que necesitaba bajar más metros de la cuenta para hacerse de la pelota. Sin Suárez, ese simple objetivo fue como una pelota pateada a la tribuna.
River se llevó a Suárez. Matías consiguió su sueño de jugar en un club grande y hasta de ser tenido en cuenta en la selección, donde lo citó Lionel Scaloni para los partidos con Venezuela y Marruecos. La dirigencia encabezada por Jorge Franceschi lo dejó ir a cambio de dólares que no sirvieron para nada y que, en cambio, todos recordarán como los que, paradójicamente, llevaron a Belgrano a segunda división. El Millonario de Núñez se quedó con el único jugador capaz de soñar y lograr que la B quedara en Primera y consumó, de ese modo, su silenciosa venganza por la afrenta futbolística de 2011. “Don Dinero” (como dice el periodista y relator, Osvaldo Wehbe) y su pragmatismo a prueba de críticas y fracasos, ajeno a la gloria y a las pasiones, triunfó de nuevo.
🏴☠️🏟#JuegaBelgrano | Final del partido en Alberdi.
🔵 #Belgrano 1 (Cuero) – 🔘 #GodoyCruz 0. pic.twitter.com/I6qEDGRqn5— Belgrano (@Belgrano) April 7, 2019
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