Inspectores municipales clausuraron en la madrugada de este viernes, cuando se abatía una fuerte tormenta, una fiesta clandestina en la zona de Villa Esquiú, en Córdoba Capital. De la actividad, participaban unos 1.500 adolescentes y jóvenes. El lugar tenía precarias instalaciones eléctricas, que según el municipio, pusieron en riesgo de electrocución a las personas que se encontraban allí.
El lugar fue desalojado inmediatamente. La fiesta había convocado a chicos de seis colegios de Córdoba Capital, según la información oficial. No hubo incidentes.
El procedimiento culminó con el labrado de las actas correspondientes junto al secuestro de los equipos de sonido y bebidas por un valor aproximado de $20 millones. Participaron equipos de la Policía de Córdoba, la Guardia Urbana e inspectores de Fiscalización y Control. El operativo fue encabezado por el secretario de Gobierno, Fiscalización y Control, Rodrigo Fernández.
Entre las múltiples irregularidades, “la más seria se constató en las precarias instalaciones eléctricas, que pusieron en riesgo a los chicos y chicas que bailaban en una carpa, inundada con las intensas precipitaciones”.
También se encontraban “chicos en estado de intoxicación que debieron recibir asistencia médica”.
Por último, señala que además de la evidente falta de habilitación, se corroboró también la venta de alcohol.
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