Sin dudas, el recital de Félix San Martín fue íntimo. Antes de la presentación oficial de su nuevo disco, el cantautor cordobés invitó a la prensa y amigos a escuchar los temas en su propio dormitorio.
Además de la cama, el cuarto está repleto de CDs, algunos VHS, guitarras, armónicas, pedales y un teclado. Las ventanas abiertas y el aire campestre del barrio La Carolina Argüello no alcanzaron a refrescar el calor del sábado por la tarde. Es 29 de febrero y Félix se siente en casa. “Estar en mi habitación me representa, estoy cómodo porque mi música es así”, dice antes de comenzar a rasgar los primeros acordes.
Entre los maullidos de su reciente mascota, un pequeño gatito al que llamó Shiriu luego de una encuesta de nombres por Instagram, suenan Calma, Volverás y Los Abuelos, entre otros. A su nuevo material lo tituló Río, por su vínculo con el río, el fluir del agua y también, por la importancia de reír. Se trata del tercer álbum del artista. En 2015 editó Enero y en 2017, Formas de atravesar mi suerte.
Confiesa que es más consciente del mensaje que quiere transmitir y que sus canciones son amuletos para seguir viviendo “en este mundo mal hecho”. “Me tienen podrido los temas de amor. En la sociedad pasan cosas graves como para no hablar de eso”, sostiene. Entonces, “quiero que cada uno las lleve por dónde quiera. Los caminos que se abren con cada tema son infinitos, pero es interesante que cada uno se pregunté por qué fue hasta ese lugar con la canción”.
La nueva producción está nutrida de sus viajes por diferentes países. México, Estados Unidos, España y Portugal, son algunos de los puntos del globo que visitó y cargaron su pluma para que, una vez de regreso en Córdoba, la inspiración emerja. “Lo primero que me conmueve y me mueve es la música. Es como el alimento, todo lo que vivís y experimentas se transforma en tu fuente”, le dice a ENREDACCIÓN. Todos los temas de Río los compuso con la guitarra de su papá, instrumento al que apenas podía acercarse cuando era un niño. “Cuando él no estaba en casa, yo la agarraba con mucho cuidado, la ponía en la cama y la acariciaba. Así aprendí a tocar”, recuerda en la misma habitación que en aquel tiempo era de sus padres. A los nueve años ya había escrito su primera letra.
En este convite lo acompañaron Juli Baravalle en trompeta e Ignacio Ruibal en guitarra, mientras que para el show de presentación la banda estará ampliada con Ailin Gazo en cello y Federico Colazo en synthes y programaciones. La cita es el 21 de marzo en Espacio 75.
PARA AGENDAR
Sábado 21 de marzo, a las 22 horas, en Espacio 75, Rodriguez Peña 1623 (subsuelo del Centro Cultural Alta Córdoba).