Caracterizada para “Up. La fórmula de la felicidad”, un drama musical que estuvo en la cartelera porteña. Foto: Gentileza
Antes de tomar el avión que la llevará a Los Ángeles, Yamila Saud (27) mira el cielo en una especie de ritual que repite cada vez que está por encarar una situación importante de su vida. Este viaje significa un antes y un después en su carrera porque tiene confirmada su participación en A break from you, una película de Sebastián Moreno. “Me gustan muchos los desafíos y trabajar en un país que tiene otro idioma es uno muy grande. Me gusta expandirme, aunque también quiero crecer en mi país, quiero trabajar en el mundo entero. A Estados Unidos lo tengo como una meta”, le confiesa a ENREDACCIÓN. En la valija, además de sus cremas, no se olvida de llevar alfajores, serán un pedacito de Argentina mientras esté en Hollywood ultimando los detalles de su papel y reuniéndose por otras propuestas de trabajo en la capital del cine americano.
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“Creo que cuando los directores te ven y ven al personaje, dicen sos vos. Al menos es lo que me vine pasando. Además, valoran mucho mi trabajo en Hipersomnia, que esté en Netflix y por los festivales que recorrió sumó puntos”, cuenta sobre el llamado que le cambió la vida. Pasó varios meses del año pasado tramitando la Visa de Talento Extraordinario para poder trabajar como actriz en Estados Unidos. La consiguió y ahora solo resta que se termine de confirmar el elenco, entre otras cuestiones de la producción, para empezar a filmar. Mientras tanto, en Argentina espera el estreno de Sólo el amor, la película que protagonizó junto a Franco Masini y en la cual también debutó como guionista. La fecha está prevista para el 25 de octubre.
Cada vez que viaja aprovecha para perfeccionar su inglés y tomar cursos de actuación, ya que la formación es diferente entre un lugar y otro: “En Argentina no hay academias para estudiar tan profundo como en Estados Unidos, donde es mucho más intenso. Por ejemplo, estudié en el New York Academy, entraba a las 8 y salía las 19 horas. Tenía un montón de clases, desde yoga hasta actuación frente a cámara. Allá están todo el día, acá tenés tres turnos. Sería maravilloso armar algo así, por alguna razón son los número uno”. También, en los talleres conoció a las personas que le fueron abriendo puertas. “Hay competencia, pero también son muy buena gente, algunos te ayudan”, describe.
En Hollywood vive sola, pero tiene amigos de todas partes del mundo: Japón, Arabia Saudita, México, Alemania, por nombrar algunos países. “Como la mayoría son de otros lugares, son muy sociables, aunque el yankee también”. Por su parte, su nuevo grupo puede decir que tienen una amiga de Córdoba Capital que vivió gran parte de su vida en Unquillo, quien les cocina pastas, risotto o carne al horno cuando la visitan. Además de la diversidad cultural, “de la ciudad me impacta que tenga todo: Montaña, playa, un centro super moderno. Es muy grande y hay una energía muy linda”.
ESTABA ESCRITO
Desde chica supo que quería ser actriz. Al terminar el secundario, en su casa le recomendaron que siguiera una carrera universitaria de otro estilo y ella abandonó a su artista. “Sin embargo, cuando falleció mi abuela, el mismo día me escribió una hermana, a quien no conocía y que vivía en Buenos Aires. Me dijo que sabía que me gustaba el arte y que me daba un lugar en su hogar porque allá había más oportunidades. Por eso pienso que, aunque una se corra del camino, se van dando las cosas y vas quedando en el lugar que querés estar. Cuando es para vos es para vos”, dice con su voz suave. La hermana es Victoria, es mayor y fruto de un matrimonio anterior de su padre. De mamá y papá tiene otro hermano, Yamil, un año menor.
Con Franco Masini en una escena de “Sólo el amor”. Foto: Gentileza.
Esos primeros años en Capital Federal fueron difíciles. Recibió muchos “No” y “sentía que mi carrera no avanzaba, no salía nada, pero me decía a mí misma ‘tengo que seguir’. Entonces no dejaba de estudiar y presentarme a castings. No aparecían los frutos, hasta ahora que sí los veo”, recuerda sobre los primeros pasos. Se declara fanática de su profesión y asegura que continuamente intenta mejorar y aprender. “Incluso me dedico poco tiempo a mí, se lo doy todo a mi oficio”.
Por eso, al cerrar los ojos e imaginarse en futuro cercano, se ve como una estrella, “bajando de una limusina, siendo la cordobesa en Hollywood. Tengo el autoestima alta, hay que tener fe y confianza en una misma, sino no te la tiene nadie”.
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