La terquedad y el optimismo podrían ser las claves de una vida larga, sugiere un nuevo estudio. Un equipo de investigadores de Estados Unidos, que buscaban pistas sobre la longevidad se enfocaron en nueve pueblos relativamente aislados de la región de Cilento, en el sur de Italia. Allí, cientos de residentes, en una media mayor a la de otras regiones, superan los 90 años de edad. El estudio se enfocó en 29 de ellos, que tienen entre 90 y 101 años.
Si bien esos adultos mayores tenían una peor salud que sus familiares más jóvenes, tenían un mayor bienestar mental, según el trabajo.
“Ha habido varios estudios de adultos mayores longevos, pero se han enfocado sobre todo en la genética, en lugar de su salud mental o personalidad”, dijo el autor principal del estudio, el Dr. Dilip Jeste.
Jeste es profesor de psiquiatría y neurociencias en la Facultad de Medicina de la Universidad de California, en San Diego. “Los principales temas que surgieron de nuestro estudio, y que parecen ser características exclusivas asociadas con una mejor salud mental en esta población rural, fueron el positivismo, la ética laboral, la terquedad y un vínculo fuerte con la familia, la religión y la tierra”, señaló a través de un comunicado de prensa de la universidad.
“El amor del grupo por su tierra es un tema común y les da un propósito vital. La mayoría siguen trabajando en sus hogares y en su tierra. Piensan que es su vida y que no van a renunciar a ella” (Dilip Jeste).
“El amor del grupo por su tierra es un tema común y les da un propósito vital. La mayoría siguen trabajando en sus hogares y en su tierra. Piensan que es su vida y que no van a renunciar a ella”, dijo la primera autora del estudio, Anna Scelzo, trabajadora de la salud mental en Chiavarese, Italia.
Los investigadores también encontraron que los adultos muy ancianos tenían una autoconfianza y unas habilidades de toma de decisiones significativas, en comparación con las personas de 50 a 79 años.
“Esta paradoja del envejecimiento respalda la idea de que el bienestar y la sabiduría aumentan con la edad, incluso a medida que la salud física falla”, comentó Jeste.
“Estudiar las estrategias de los individuos excepcionalmente longevos y que viven bien, que no sólo sobreviven sino que prosperan, mejora nuestra comprensión sobre la salud y las capacidades funcionales de todos los grupos de edad”.
Los investigadores planifican continuar con el seguimiento de los participantes. “Estudiar las estrategias de los individuos excepcionalmente longevos y que viven bien, que no sólo sobreviven sino que prosperan, mejora nuestra comprensión sobre la salud y las capacidades funcionales de todos los grupos de edad”, planteó Jeste. El estudio se publicó el 12 de diciembre en la revista International Psychogeriatrics.
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