“El stand up no es más una moda, está instalado”, dice con seguridad Sebastián Wainraich, uno de los mayores referentes del género en Argentina. “Parece fácil, porque es una persona con un micrófono; pero tiene su preparación y sobre todo, es el género más directo con el espectador, sin escenografía, sin la cuarta pared. Se miran a los ojos, y el arte sucede”, le cuenta a ENREDACCIÓN.
El Pelado, a quien también conocemos de la radio -conduce Metro y Medio (Metro)- y de la televisión -como conductor de TVR durante varios ciclos-, se presenta por primera vez en la capital cordobesa. Esa noche además, grabará el show para la plataforma “On Demand” de Netflix.
“Elegí ir a Córdoba porque siempre, por alguna razón, no había podido ir. Entonces cuando me convocaron pensé ‘es una gran oportunidad’. Córdoba es la capital del humor, Netflix, cierra todo. Y porque al público lo espero exigente y comprometido, concentrado”, comenta del otro lado de la línea. El show es el sábado 26 de agosto en la Ciudad de las Artes. Ver Agenda.
El comediante sostiene que la tragedia está muy cerca de la comedia y define a su humor como el andar por esa cornisa: “Me gusta caminar por esa soga. Mi humor es de autor, en primera persona, una rara mezcla entre naif y humor negro, y también algo reflexivo con respecto al pasado”.
¿Cómo es un público exigente?
Es el que va a estar predispuesto a pasarla bien, a reírse, el que pide material, intensidad, profundidad, no sólo la ocurrencia ni la humorada. No es que el show les va a cambiar la vida, pero yo dejo todo en el escenario.
¿Qué podes contar del espectáculo?
Un condimento especial es que Dalia Gutmann será la telonera. Netflix te pide alguien que caliente la sala. Ella es genial y es mi mujer, así que de paso aprovechamos y pasamos un fin de semana en Córdoba. Estará unos veinte minutos y después salgo yo con todo mi monólogo, donde el eje es la felicidad. Las cosas que hacemos para ser felices, casarnos, irnos de vacaciones, trabajar. Son temas por ahí un poco dramáticos, pero que lo hago en tono de comedia. Creo que hay cuatro o cinco temas que están presentes en las obras de todos los lenguajes artísticos: amor, sexo, poder, muerte, relaciones humanas. Me meto con todo eso. Uno decide cómo contarlo; yo, desde la comedia. También me meto con la relación padre-hijo, porque soy padre y soy hijo, algo con la tecnología y cómo somos los argentinos.
¿Por cuál de esas temáticas universales está más interesado el público?
Es imposible saber, porque es muy heterogéneo. Me parece que el humor o el arte rinden cuando tienen verdad. Es decir que más allá del tema, lo importante es que el o la humorista lo haga con verdad, que vos le creas al tipo que está arriba del escenario. Siendo honesto, podés hablar de un tema menor, con una profundidad que te puede hacer reír o te pueda conmover. No bajo línea, es humor, lo hago con pasión y exagerado. Son temas universales, hasta el más fóbico tiene relaciones humanas.
¿Cómo somos los argentinos?
Me gusta hablar de la clase media argentina que es gigante. Somos un país de inmigrantes Nuestros padres, abuelos, vinieron a laburar, nos criaron con el don del sacrificio, el culto al trabajo, pero con poco espacio para el disfrute. Entonces buscó algo ahí. Si el mundo fuera una familia, Argentina era el hijo que daba para más.
¿Cómo es hacer humor en Argentina?
Es re exigente, tenemos mucha tradición en el humor. Hay comediantes buenísimos de todas las edades y todos los géneros. Es un gran nivel, lo cual pone la vara más alta todavía. Tenés que prepararte muy bien para subir el escenario. Está buenísimo que así sea porque nos retroalimentamos entre nosotros para ser mejores.
¿Qué te gusta del humor de Dalia Gutmann?
Tiene varias virtudes. Todo lo que dice parece que no está escrito. Todo parece como si se le ocurriera en el momento. Esa dosis de verdad está buenísima. Tiene chistes que están geniales. Cuenta el mundo femenino que a mí me encanta. Si bien son mayorías mujeres las que la van a ver, es para todos. Me causa gracia su sinceridad, el modo de ver el mundo, hay una vuelta de ese lugar común de la mujer como hincha pelotas y el hombre que no quiere hacer nada. Es interesante su visión.
¿Cómo te llevás con el hecho de ser protagonista de sus rutinas?
Es parte del juego, es al revés también. Es parte de nuestro oficio. Lo tomo como algo casi natural, no me molesta; incluso a veces me divierte, no me hago demasiado rollo. Con lo que me dice en casa es suficiente para la auto-reflexión. Cuando está en el escenario, lo disfruto como espectador.
El paso de los años ¿te acercó más a la comedia o a lo dramático?
A las dos cosas con más intensidad. Con respecto al humor, te dan ganas de hacer reír pero con otras cosas. Antes por ahí eran más las ocurrencias, detalles de observación. Ahora te metés con temas más pesados. Por ejemplo, hablo de la discriminación, inventamos al INADI para no discriminarnos, necesitamos ordenarnos para ser buenos, creamos las fundaciones del bien… Son reflexiones que antes no tenía.
¿Qué opinas de plataformas como Netflix?
Es espectacular, muy democratizador para el espectador, que elige qué y cuándo lo ve, desde ahí es buenísimo. Hay que ver cómo hacen las plataformas tradicionales para competir. De hecho, ya lo están haciendo y los canales te ofrecen ver su canales en otro momentos por la web. La radio, creo, tiene más ventajas con la tecnología. De todos modos, Netflix llegó para quedarse, y estas plataformas son una gran vidriera.
ESPECIAL COMEDIA ARGENTINA
“Cuando me llamaron, me llené de alegría, satisfacción, me dije “mirá qué bueno”. Además tuve total libertad para hacer el monólogo, sólo una estructura respecto al tiempo de duración”, comenta.
El especial Comedias de Netflix podrá verse desde enero 2018, y reúne a comediantes de diferentes partes de Latinoamérica. Entre los elegidos de nuestro país, además de Sebastián están Malena Pichot, Fernando Sanjiao, Lucas Lauriente y Luciano Mellera.
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