El presidente del PJ cordobés y senador nacional, Carlos Caserio, fue designado en la noche del martes como vicepresidente del interbloque federal, conocido como el bloque de los gobernadores peronistas, el más importante de los correspondientes al PJ con 25 senadores. El que comanda la ex presidente Cristina Fernández posee ocho.
Caserio se suma en el esquema de poder institucional al ex vicegobernador Martín Llaryora, que es uno de los vicepresidentes de la Cámara de Diputados. En el caso del Senado, Schiaretti intentó ubicar a Caserio como vicepresidente segundo, lo que lo instalaba en un lugar institucional relevante, pero debió ceder ese sitio al santafesino Omar Perotti, que aspira a ser el candidato a gobernador del PJ en esa provincia en 2019. El premio consuelo fue entonces, la vicepresidencia del bloque, donde el “gran armador” es el rionegrino, Miguel Pichetto.
Perotti no tenía demasiado consenso en el bloque, pero reclamaba mayor protagonismo. El senador santafesino había amenazado con conformar un mono bloque si no se quedaba con la vicepresidencia de la cámara: “necesito mayor visibilidad y diferenciación opositora”, habría dicho el ex intendente de Rafaela, lanzado de lleno a 2019. Mientras que el cargo para Caserio había sido pedido por Schiaretti, lo que obligó a Pichetto a desarrollar fuertes negociaciones internas para no perder un senador, lo que hubiera implicado dejar de ser la primera minoría en el Senado. Cambiemos, al sumar a Miriam Boyadín (Movimiento Popular Fueguino), llegó a 25, los mismos integrantes que el interbloque de los gobernadores.
Ahora, Caserio ocupará el cargo del senador formoseño José Mayans, quien en septiembre tuvo un duro cruce con el rionegrino cuando no quiso votar un proyecto de ley que ampliaba los créditos de Anses a personas de bajos recursos.
“Estas definiciones van en línea con una visión del peronismo que tiene que venir y por eso estos dos importantes cargos los desempeñarán senadores de Santa Fe y Córdoba, que son dos distritos fundamentales para la reconstrucción del PJ”, explicó Pichetto a Telam.
De este modo, Federico Pinedo será el presidente provisional, el radical pampeano Juan Carlos Marino vice primero, Perotti vice segundo, y la chaqueña Inés Pilatti Vergara (PJ-kirchnerista) como vice tercera.
Schiaretti jugó fuerte sus cartas con la intención de instalar a Caserio como vice de la Cámara de Senadores, pero no pudo alcanzar su objetivo pleno, y generó un encontronazo con el kirchnerista formoseño, Gildo Isfrán, produciendo cierta zozobra en los despachos del Congreso. De cualquier manera, la presión del mandatario cordobés le permitió a Pichetto “castigar la desobediencia” de Mayans en un tema que el senador patagónico había negociado con el gobierno. Se sabe que en el estratégico Senado, los desmarques terminan afectando la capacidad de negociación.
El interbloque federal representa a los gobernadores peronistas y es la vía de negociación con el gobierno nacional del poder territorial en el Congreso. Es, además, un espacio heterogéneo donde confluyen peronistas clásicos (como los pampeanos y santafesinos), filo-kirchneristas (como Isfrán) y “dialoguistas”, como Pichetto o los cordobeses. En esta cámara, es donde se desarrollan con mayor intensidad los acuerdos de gobernabilidad y donde las variantes del PJ pierden sus colores plenos para tomar el que tienen las gestiones territoriales. La presencia de Caserio en la mesa de decisiones, indica que el PJ de Córdoba tendrá un rol creciente en este espacio.
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