La declamada “Emergencia en Seguridad” permitió al gobierno de la Provincia de Córdoba, a través de su Ministerio de Gobierno, concretar una millonaria compra de móviles policiales por 139,6 millones de pesos, sin recurrir a licitación pública.
¿La explicación? “Razones de público conocimiento”, según detalla el decreto de adjudicación directa firmado por el ministro Juan Carlos Massei y refrendado por el gobernador Juan Schiaretti, amparándose en el Decreto de Emergencia en Seguridad dictado por el presidente Mauricio Macri.
Más allá de la poca transparencia de un acto público de gobierno del que no pudieron enterarse ni participar otros proveedores que no hayan sido los invitados por los funcionarios, el episodio podría no revestir mayor gravedad sino fuera porque en la compra de 200 camionetas Chevrolet S10 para la Policía se abonó una abultada suma que supera en de 50,1% el precio de mercado de los bienes adquiridos esquivando la licitación.
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Ésa es la conclusión a la que llegó la presente investigación realizada de manera conjunta entre los equipos periodísticos de ENREDACCIÓN y ADN Periodismo Federal, tras haber accedido a los expedientes del proceso de compra directa, y cotejado las cifras con los valores normales de mercado.
El punto de inicio fue el expediente del proceso de compra directa llevado a cabo por el ejecutivo provincial, que decidió invitar exclusivamente a Chexa S.A. y a Maipú S.A., ambas concesionarias oficiales Chevrolet de Córdoba (sin que se explique ni argumente por qué se eligieron a esas dos firmas y no a otras).
Sólo a esas dos empresas se les pidió que “concursaran” en sus cotizaciones para quedarse con la provisión de 200 unidades 0 km tipo pickup doble cabina, cuatro puertas, tracción 4×2, modalidad patrulleros. Lo curioso es que en la misma invitación se les hizo saber el presupuesto oficial asignado para la operación: 140 millones de pesos, a razón de 700 mil pesos por unidad.
SHOW DE “CASUALIDADES”
Además de proveer las camionetas S10 (que desde fines de julio ya se ven en las calles), éstas deberían ser entregadas totalmente acondicionadas, es decir, con el adecuado ploteo, luces en el techo, balizas, equipo de radio, vidrio antivandálico, juego de esposas, entre otros, según se describe en el mismo pliego.
Es a partir de entonces que parece iniciarse el show de las grandes casualidades.
Al momento de presentar sus propuestas (vamos a suponer que por separado), las dos concesionarias, Chexa y Maipú, le informan al gobierno que sólo tenían disponibilidad para aportar 100 unidades cada una.
El punto de inicio fue el expediente del proceso de compra directa llevado a cabo por el ejecutivo provincial, que decidió invitar exclusivamente a Chexa S.A. y a Maipú S.A., ambas concesionarias oficiales Chevrolet de Córdoba (sin que se explique ni argumente por qué se eligieron a esas dos firmas y no a otras)”.
También responden ambas -siempre por separado- que para poder proveer el objeto de la contratración, necesitarán un adelanto del 60%. Sí, las dos pidieron lo mismo.
Y la mejor de todas las casualidades: ambas proveedoras, Chexa y Maipú, le cotizan al gobierno (insistimos: por separado) exactamente el mismo precio por las camionetas equipadas como patrulleros, sin un centavo de diferencia: 698 mil pesos. Casualidades, seguramente…
Lo cierto es que ante semejante alineamiento de planetas, al Ministerio de Gobierno “no le queda otra” que continuar con el proceso de contratación, resolviendo asignar la mitad de la compra a una concesionaria y la mitad a la otra, por un total de 139.600.000 pesos. La cifra es solamente 0,1 por ciento inferior al presupuesto oficial informado a las invitadas. Una nueva casualidad.
REPASANDO NÚMEROS
Cuesta creer que puedan darse tantas “felices” coincidencias en un proceso de invitación a cotizar, que supuestamente se vale de la puja entre los oferentes para que pulsen los valores hacia abajo, en favor del contratante. Esto no sucedió en absoluto. Más bien todo lo contrario, tal como lo pudo verificar el equipo a cargo de esta investigación.
El primer detalle provino de la firma Valle S.A., única empresa proveedora del servicio de equipamiento de vehículos para alistarlos como patrulleros. Se trata de una firma con sede en barrio Santa Isabel, a pocos metros de la automotriz Renault. Para una investigación similar, Vallé había sido consultada a fines de 2016 en el marco de otra investigación de ADN.
En esa ocasión, cotizó 35 mil pesos el equipamiento de vehículos Fiat Toro (de similares características), cumpliendo todas las normas y requisitos formulados por el gobierno (ploteo, balizas, esposas, equipo de radio, altavoces, vidrio antivandálicos, jaula antivuelcos, entre otros). El valor quedó registrado en cámara oculta, y correspondía el pedido para equipar sólo cuatro vehículos. A valores actuales estaríamos hablando en este momento de unos 44.500 pesos por vehículo. Aquel informe puede ser visto aquí.
Ambas proveedoras, Chexa y Maipú, le cotizan al gobierno (insistimos: por separado) exactamente el mismo precio por las camionetas equipadas como patrulleros, sin un centavo de diferencia: 698 mil pesos”.
Pero para completar la cotización de los patrulleros, sería necesario conocer el valor real de los vehículos. La primera verificación fue mediante una sencilla consulta de las listas de precios Cámara del Comercio Automotor y la de la Asociación de Concesionarias de Automotores de la República Argentina (ACARA), recursos ambos de fácil acceso ya que se encuentran online y son actualizados mensualmente. En ambos casos el dato arrojado por esas fuentes resultó notoriamente inferior a lo pagado por el gobierno de Córdoba: $502 mil.
Al tratarse sólo de precios de referencia, el 17 de julio último la investigación se puso en contacto con la propia concesionaria Chexa para solicitar cotización por un vehículo exactamente igual. Se solicitó el precio para la compra corporativa de cuatro camionetas. La respuesta resultaría una sorpresa. Cotizaron aún por debajo de las listas de referencia: $420.380 la unidad.
Con el sencillo ejercicio de sumar el valor de la camioneta y el del equipamiento, a valores unitarios, se llega a una cotización final y total de 465 mil pesos la unidad.
La diferencia es de 233 mil pesos por vehículo. Multiplicada por 200 unidades, arroja un sobreprecio de 46,6 millones de pesos, es decir, 2,8 millones de dólares. En la práctica, implica que los 139,6 millones de pesos invertidos para comprar 200 camionetas, hubieran alcanzado para 300 si la compra la hubiera realizado un particular”.
No resulta menor el hecho de que para llegar a esa cifra, se consultó por el equipamiento de sólo cuatro unidades, muy por debajo de la compra decidida por la provincia, que adquirió 200 vehículos y los pagó a 698 mil pesos la unidad.
La diferencia es de 233 mil pesos por vehículo, algo más del 50 por ciento, la cual, multiplicada por 200 unidades, arroja un sobreprecio de 46,6 millones de pesos, es decir, 2,8 millones de dólares.
En la práctica, esto implica que los 139,6 millones de pesos invertidos “en pos de la seguridad” para comprar 200 camionetas Chevrolet S10, hubieran alcanzado para 300 si la compra la hubiera realizado un particular.
PRESENTACIÓN A TODA LUZ
Aún con semejante sobreprecio, la impresionante flota de nuevas camionetas fue presentada el 26 de julio en el predio del Centro Cívico. El acto fue presidido, lógicamente, por el gobernador Schiaretti, quien estuvo acompañado del ministro Massei, el secretario de Seguridad, Diego Hak y el subjefe de Policía, Gustavo Folli Pedetta.
En aquella fría mañana de julio, Schiaretti no escatimó en palabras elogiosas para la gestión que conduce, al asegurar que el gobierno dispone de “un plan que avanza con firmeza, paso a paso”, tras lo cual sostuvo que “escuchando las necesidades de todas las localidades de Córdoba, podremos torcer el brazo de la delincuencia”.
A su turno, el ministro Massei detalló que de las 200 camionetas adquiridas a Chexa y a Maipú, 104 serían destinadas al interior provincial, y el resto a la capital. Y se declaró convencido de que “los cordobeses venimos haciendo bien las cosas, implementando un plan de seguridad que nos convoque a todos para trabajar allí donde hay necesidades que atender y atacando el corazón de los problemas”.
No fue tan explícito Massei cuando fue consultado por el autor de esta investigación para que informara el monto destinado a las compras de la camioneta, dato que no fue difundido oficialmente ni detallado por ninguno de los medios periodísticos que cubrieron aquella presentación.
De profusa actividad en las redes, ante esa consulta Massei apeló al silencio. Tal como viene haciendo cada vez que es consultado por estas cuestiones. Se trató de una nueva coincidencia. Probablemente no sea la última.
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