“¿No terminaste de entender el tema de los agujeros negros? Te lo explico” dice en su muro de Facebook el divulgador científico, astrónomo y co-autor del libro Charlemos sobre ciencia, Guillermo Goldes. Titula su posteo “Los agujeros negros en tres pasos”. El tema viene a cuento luego que se diera a conocer la primera fotografía de un agujero negro, uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la Ciencia.
En realidad, la primera imagen de un agujero negro Fue ‘reconstruida’ a partir de las señales capturadas por el Event Horizon Telescope, una red de ocho radiotelescopios ubicados en distintos puntos del planeta que trabajaron de manera sincronizada. Los datos fueron recabados en abril de 2017 y su procesamiento demandó dos años, pero llevó prácticamente dos décadas poner a punto la tecnología para este trabajo. Como ocurrió tiempo atrás con las ondas gravitacionales, este nuevo avance confirma las predicciones de la Teoría de la Relatividad de Einstein, explicó en su momento el portal UNCiencia de la Universidad Nacional de Córdoba.
Se trata de un agujero negro ubicado a unos 55 millones de años luz de distancia. Las mediciones de los científicos que participaron en el proyecto revelan que posee 6.500 millones de veces la masa del Sol, está rotando y tiene un disco de materia alrededor a temperaturas extremadamente elevadas, que es lo que finalmente emite fotones y se visualiza en la imagen como el anillo anaranjado.
Dicho agujero negro se encuentra en el centro de la galaxia Messier 87 (M87).
Pero ¿qué es un agujero negro? Lo explica Goldes:
1- La Tierra nos atrae con su fuerza de gravedad. Por eso las cosas caen. La Tierra tiene 13.000 km. de diámetro. Si pateamos una pelota hacia arriba, caerá de vuelta al piso enseguida.
2-Para escapar de la gravedad de la Tierra, la velocidad inicial de la pelota debería ser de 40.000 km por hora. Se llama “velocidad de escape”, y no hay patadón que logre eso.
3- Pero si la Tierra tuviera solo 2 cm de diámetro, con la misma cantidad de materia que tiene hoy, pero muy comprimida, su “velocidad de escape” sería de 300.000 km por segundo, es decir la velocidad de la luz. La luz no podría escapar, y la Tierra sería…¡un agujero negro!
Y eso es todo. Ahh, no emiten luz, así que no se pueden ver en forma directa.
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