La ONU realizó una encuesta climática en cincuenta países del mundo, consultando a más 1,2 millones de personas, y el resultado fue contundente: dos tercios de los encuestados consideran al cambio climático como una emergencia mundial. “La acción climática urgente tiene un amplio apoyo entre personas de todo el mundo, de todas las nacionalidades, edad, género y nivel educativo”, dijo en un comunicado de prensa Achim Steiner, administrador Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), encargado del relevamiento.
Además, el estudio revela que la población exige a sus gobernantes que aborden la crisis de manera inmediata. En el caso de América Latina, el 60% de los consultados coincidió en la importancia de la lucha contra el calentamiento global. Según Steiner los datos recogidos se compartirán con los legisladores y Estados.
La encuesta también arrojó que la gente apoyaba políticas climáticas amplias, entre las que se incluyen un llamamiento a favor de más energías renovables en los países con mayores emisiones y un fuerte respaldo para la conservación de bosques y tierras.
Por otro lado, en siete países de altos ingresos hubo un gran apoyo para que las empresas tuvieran que pagar por la contaminación. También, más del cincuenta por ciento de los encuestados se manifestaron a favor de adopción de técnicas agrícolas respetuosas con el clima y de más inversión en negocios ecológicos y puestos de trabajo.
Según el PNUD, para la escala de la transformación requerida para abordar el cambio climático, es posible que se requiera más educación para generar el apoyo público necesario. De acuerdo a los datos publicados, se evidencia un vínculo directoentre el nivel de educación de una persona y su deseo de acción climática, más allá del nivel de desarrollo de su nación. La incidencia de la asistencia en la universidad en la toma de conciencia ronda el 80 por ciento tanto en Bután como en Francia.
Mientras tanto, el próximo noviembre, se viene una instancia crucial para la temática, será en la 26ª sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en Reino Unido, donde se podrá observar si los países responden a esta información y asumen los compromisos de acción climática.
La justicia también es responsable
Otra iniciativa de la ONU, en este caso el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), elaboró un informe en el que revelan que en los últimos cuatro años el número de casos de litigios por cambio climático se ha duplicado. El documento señaló que de 884 casos en unos 24 países, la cifra ahora asciende a 1550 en 38 países (39 incluidos los tribunales de la Unión Europea). Al 1 de julio de 2020, del total, 1200 se presentaron en los Estados Unidos.
En América Latina, por ejemplo, se han librado batallas legales en países como Colombia y Brasil para exigir que se proteja la Amazonía.
Las denuncias a las violaciones a los derechos climáticos son derivados de la vulneración de otros derechos como a la vida, la salud y la alimentación y el agua, y apuntan a los gobiernos como responsables de no cumplir sus compromisos en la materia. También, aumentaron las demandas a las empresas por no incorporar el cambio climático en su toma de decisiones u ocultar los riesgos que ocasionan.
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