La secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, dijo que la retracción del 5,3% que el organismo prevé este año para la región es sólo comparable con la gran depresión de 1930 o de 1914.
La titular de la Cepal se refirió a las estimaciones económicas que realizó la Comisión Económica para 2020 a partir de la crisis que atraviesa la región por las consecuencias del coronavirus, y detalló que para América del Sur la caída será del -5,2%, el Caribe -2,5% y América Central -2,3%, respectivamente.
Asimismo, reiteró en declaraciones a Radio Con Vos que “en Argentina también se ve una caída muy importante de -6,5%, en una previsión más pesimista que el Fondo Monetario, y México también cae -6,5%”.
“Esto es una contracción de magnitud comparable con la gran depresión de 1930 o de 1914, como para ponernos en contexto”, aseveró.
Por otra parte, estimó que la caída de las exportaciones será de un -14,8% “y en América del Sur tan solo estamos hablando del -17,6% la caída de las exportaciones de bienes”.
En este marco, desde el organismo económico evaluaron un aumento del desempleo como consecuencia de la caída económica, que precisaron en 11,5 millones de personas sólo en América Latina. “Y la pobreza va a aumentar en 30 millones más de personas, de 186 millones a 214 millones” en la región, advirtió.
“Una de las cosas que tenemos que pensar seriamente, primero que nada, como estuvimos hablando del tema de la deuda, creo que la región en su conjunto debe proponer la emisión a gran escala de los derechos especiales de giro; esto se dio en 2008 y funcionó”, precisó Bárcena.
La economista también aseguró que se deben “implementar políticas macroestructurales sólidas, porque de qué sirve por ejemplo, en el caso de Argentina, que recibió financiamiento del FMI y otros acreedores y, al mismo tiempo, tuvo una salida de capitales también muy fuerte. Entonces hay que ver como se impide que esa liquidez retorne a las economías avanzadas”.
“Creo que hay pocos países, y Argentina, México y Brasil son algunos de ellos, que tienen la capacidad productiva para crear y desarrollar mayor resiliencia en sus redes de producción, que pueden diversificar a sus proveedores, que pueden privilegiar ubicaciones más cercanas, que pueden relocalizar productos y tecnologías estratégicas, es decir, son países que sí cuentan con una base industrial y productiva”, enfatizó.
Y en este sentido, consideró que “la globalización va a tomar un rumbo muy diferente y seguramente va a haber una economía más regionalizada, una nueva geografía económica y lo que hay que pensar es en depender menos de manufacturas importadas”.
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