Mario Raúl Negri fue ayer uno de los dos radicales (el otro fue el senador Luis Naidenoff) que terminaron sentados en la mesa política que el presidente conformó de urgencia una semana después de su derrota en las elecciones Primarias. Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy), y Gustavo Valdés (Corrientes), los tres gobernadores del centenario partido, estuvieron ausentes con aviso, según difundieron los voceros del gobierno.
Ayer, los tres mantuvieron “silencio stampa”, como diría el Coco Basile, el DT que fue campeón con Boca y atesora el último título de la selección argentina allá por los años ’90. El cordobés Negri, como titular del interbloque de Diputados de Cambiemos, tomó su asiento en la quinta de Olivos.
Sin embargo, los tres mandatarios podrían participar el miércoles de un encuentro con Marcos Peña en la Casa Rosada y no se descarta que tengan un encuentro con Macri.
Para los radicales, el concepto de lo que viene que enmarcado en una frase de Negri de la semana pasada: “Hay que buscar certidumbre política para que haya certidumbre económica, pero eso no implica que uno no piense distinto”. Con esta idea, abren el paraguas para el post diciembre, momento en el que algunos estiman que Cambiemos tendrá dificultades para funcionar en unidad. Y también, insisten en qué para estos cuatro meses, la clave es construir un clima de gobernabilidad económica, que incluya a Alberto Fernández. Eso es lo que le dijo sin medias tintas Cornejo a Peña y el ministro Rogelio Frigerio, en los turbulentos días de la semana anterior.
Una fuente del gobierno nacional señaló que esta mesa decidió acompañar la designación de Hernán Lacunza como ministro de Hacienda, dispuesta por el presidente Mauricio Macri. Y aseguró que estará encargada de monitorear las medidas económicas que se dispongan.
Con Negri, llegaron Elisa Carrió y el jefe del bloque de Senadores, el también radical, Luis Naidenoff. También participaron el candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gabinete Marcos Peña, y los ministros Rogelio Frigerio (Interior), la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y Mario Quintana, un hombre de confianza de Macri. No parece ser suficiente para enfrentar los cuatro meses de transición hasta la llegada del próximo gobierno, si es que se repiten los resultados de las Primarias del 11 de agosto.
Durante el encuentro, Macri les informó sobre las medidas definidas y los tres ejes sobre los que el Gobierno nacional trabajará en las próximas semanas. En principio, el objetivo es estabilizar las variables macro, fundamentalmente dólar y precios, y calmar la volatilidad financiera de la semana pasada, en lo económico. “Llevar tranquilidad a la gente”, a partir de un mensaje realista de la situación que se está atravesando, en lo político. Y, por último, sostener el programa fiscal y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La Mesa de Acción Política tiene el objetivo de coordinar las tareas de los próximos cuatro meses. Se reunirá los lunes y estará encabezada por el propio presidente. Si funciona con éste esquema de distribución de poder, implica que el Jefe de Gabinete tendrá un poder diluido respecto al que venía ejerciendo.
De acuerdo las fuentes del gobierno, la mesa ratificó la continuidad del resto del gabinete nacional.
Elisa Carrió se sentó durante la reunión, a la derecha de Mauricio Macri.
Antes de aterrizar en Olivos, afirmó en su cuenta de Twitter que “es errónea la información brindada por algunos medios este fin de semana respecto de las decisiones políticas alcanzadas. Estoy firme junto al presidente. Vamos a ganar en octubre”.
Al salir de la reunión, reiteró su optimismo al ser consultada por TN: “Siempre lo dije, ganamos en octubre”, y agregó que Lacunza tiene el apoyo de todos en el oficialismo.
