Natalia Lafourcade lanzó Un canto por México, un disco inspirado en un recital benéfico que dio en 2019, donde reúne canciones tradicionales del país, versiones de sus éxitos y temas nuevos. La cantante y compositora mexicana definió a su nuevo material como una suerte de “árbol de la vida, una gran olla llena de ingredientes”.
En medio de la cuarentena y luego de meditarlo, decidió editar este álbum porque “la música es medicina y al mismo tiempo nos ayuda a salir adelante. Este disco propone un viaje a través de los oídos y el corazón”, dijo en charla con Télam, desde su casa ubicada en Veracruz.
En la primera entrega de Un canto por México –que tendrá un segundo volumen que completará 30 canciones- se escucha un sonido acústico y homogéneo, con ritmos y arreglos basados en la música tradicional de su país.
“Intentamos hacer un disco que sea muy orgánico en esta añoranza que tiene toda esa música tan viejita y que al mismo tiempo la traemos hacia este presente. La mezclamos también con el universo musical que yo traigo y pues creo que el resultado es un álbum lleno de vida”, describió la cantante.
La idea del disco partió de un concierto que Lafourcade dio en noviembre del año pasado en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México para juntar fondos y colaborar con la reconstrucción del Centro de Documentación de Son Jarocho -para conservar las raíces musicales mexicanas-, afectado por los terremotos de 2017.
En este trabajo conviven canciones populares como “El Balajú/ Serenata Huasteca” y “Cucurrucucú paloma” (que canta sola, con su guitarra), versiones de éxitos suyos como “Hasta la raíz” (del que participaron Los Cojolites y Los Auténticos Decadentes), y dos bellos temas nuevos de su autoría: “Una vida” (con acompañamiento mariachi) y “Mi religión”.
Realmente surge después de ver la música que empezamos a crear, lo bonito que estaba quedando y de no dejarlo solamente en un concierto sino de darnos la oportunidad de poder compartirlo así, como ahora lo vamos a hacer con gente en diferentes lugares del mundo que puedan tenerlo a disposición. Es la primera vez que me toca hacer un proyecto en comunidad, con tantos artistas y músicos increíbles.
¿Qué representa este trabajo dedicado a México? El disco tiene una sonoridad basada en la tradición aunque con tu propio sello.
Siento que es un disco que enmarca un momento de mi andar en la música, es la culminación de un período musical que tuve, algo que viene sucediendo desde que hice el homenaje a Agustín Lara (en el álbum “Divina mujer”). Eso me llevó a la raíz.
Se puede decir que es un disco acústico, con orquesta y mariachis.
Siento que es un disco que respeta mucho. Es muy fiel a los instrumentos y visita los géneros musicales sin caer en lo absurda o duramente estricto. Están todos los instrumentos que se encuentran en la música ranchera, en la música norteña y también en el bolero. Todos están jugando y realmente respetamos mucho su esencia, su espíritu, la forma en la que suenan, la forma en la que existen. No quisimos alterar la naturaleza de su sonido y siento que eso hace que sea tan orgánico el proyecto y tan bonito en sí.
¿Cómo vivís el hecho de lanzar un disco en este momento tan extraño y difícil para el mundo?
En algún momento pensamos en posponer la salida porque no es un momento fácil para mucha gente. Siento que para todos nosotros que hemos estado guardados mucho tiempo en casita, este es un disco que te hace viajar, que te lleva a las playas de México, a la selva, los bosques, la montaña, al mar; que te lleva a las ciudades, al asfalto, a los mercados, pero a la tierra también, al polvo, a la raíz, a la madera; es sensorial y siento que vale mucho la pena que la gente lo disfrute, que aproveche para viajar a través de los oídos, del corazón.
¿Cómo estás viviendo la cuarentena?
Yo lo estoy viviendo muy tranquila porque entre mis planes estaba parar. Pasé tanto tiempo de gira y viajando que había planeado durante dos años mi retiro, mi tiempo sabático entre comillas, porque estoy liberando un disco y no he dejado de trabajar en la música ni planeo hacerlo. Lo que necesitaba es poder estar en casa y estoy haciendo lo que había planeado hacer, realmente poder estar en casa. La verdad lamento mucho por la gente que no la está pasando bien y están pasando por un momento difícil y creo que es un momento también para apoyarnos mutuamente. Es una oportunidad para poder ayudarnos, aquellos que podamos echarnos una mano los unos a los otros.
¿Cómo definirías tu vínculo con el público argentino?
Pues, con mucho cariño, con mucho gusto, sintiéndome muy honrada y emocionada siempre, de ver ese cariño construido a través del tiempo y los años. Recuerdo canciones como “Mi tierra veracruzana” en el Gran Rex coreada como si fuera un himno. Fue muy fuerte para mí porque ni siquiera en México había escuchado que cantaran tan fuerte esa canción. Pero en Argentina fue así, como un amor desbordado por todos lados, una maravilla.
Me siento muy contenta y muy agradecida porque tengo chance de hacerlo, de irme a casa y de reencontrarme con mi espacio y conmigo; de volver a conectarme con mis instrumentos, a conectar con mi mundo y de volver a crear en ese mundo algo nuevo. Es momento de buscar algo diferente también para un futuro. Me siento muy agradecida con la vida y con los tiempos porque lo pueda hacer de esa manera.
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