El ministro Dujovne, ayer en el Congreso. Foto: Gentileza.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presentó ayer en la Cámara de Diputados los lineamientos generales del Presupuesto 2019. El Gobierno admite la recesión, aunque pronostica un rebote por el tipo de cambio competitivo.
El propio Ministerio difundió un resumen del texto, donde admite que en 2018 cerrará con una caída de la actividad del 2,4 por ciento y una inflación del 42 por ciento.
En el ítem de la actividad económica, el Gobierno reconoce también que el año próximo cerrará con una caída de medio punto del PBI, pero lo explica por el arrastre de 2018 y pronostica que comenzará una leve recuperación empujada sobre todo por un fuerte crecimiento de las exportaciones, favorecidas por el “tipo de cambio competitivo”.
“Estamos convencidos de que saldremos fortalecidos de esta recesión ya que la economía contará con un tipo de cambio real más competitivo que impulsará nuestras exportaciones”, sostiene el documento de Hacienda en su introducción, donde culpa a los “shocks” de 2018 por la interrupción de “un proceso de siete trimestres consecutivos de crecimiento”.
“La mayor integración comercial y la decisión de mantener la flotación del tipo de cambio permitirán un crecimiento significativo de las exportaciones. Proyectamos un crecimiento de las exportaciones en torno al 21% motorizado por el rebote de las exportaciones agrícolas, que cayeron en 2018 por la sequía, la mejora en las exportaciones energéticas como consecuencia del desarrollo de Vaca Muerta y a una aceleración de las exportaciones manufactureras de origen industrial de la mano en la maduración de inversiones, la mejora en el tipo de cambio real y la aceleración de Brasil”, agrega el documento.
El ministro plantea que en 2019 la actividad caerá en promedio un 0,5 por ciento. “Será como consecuencia de la combinación de un arrastre estadístico negativo de 3,7 por ciento y un crecimiento en el transcurso del año superior al 5 por ciento”, indicó. “Es decir, la caída esperada está explicada por el punto de partida, por el arrastre estadístico negativo que nos deja este año, aun esperando que la economía retome un ritmo de expansión durante los trimestres del año próximo superiores a los que mostrábamos en el año 2017”, agregó.
A su vez, el Gobierno está seguro de tener los votos para sancionar el presupuesto que presentó Dujovne, pero aceptaría algunos cambios para tratar de contener a la oposición y evitar sorpresas.
TRANSPORTE
El principal cambio que se espera, sería el sostenimiento de un subsidio para el transporte de las grandes ciudades, que en muchos casos tienen líneas de colectivos municipales y podrían ser desatendidas por sus gobernadores.
Uno de los beneficiados sería la ciudad de Córdoba, ya que se descuenta que el gobernador Juan Schiaretti sólo subsidiaría los servicios de colectivos que atraviesan varias ciudades y están bajo su órbita, pero no los urbanos de la capital.
TARIFAS
Si bien en el proyecto de Presupuesto se asegura que las tarifas de los servicios se ajustarán por debajo de la inflación, en el caso de la energía eléctrica en Hacienda anticipan un ajuste de 30 por ciento entre enero y febrero “como recomposición de este año”. Luego comenzaría a subir de acuerdo con la pauta inflacionaria. Para el gas confirmaron un 30 por ciento en octubre y luego se ajustaría con la inflación.
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