A partir de las 0 horas de hoy, se prohíben las visitas a todos los geriátricos y hogares de ancianos del territorio provincial, tanto públicos como privados, hasta el fin de la contingencia. Es una consecuencia directa del contagio en el geriátrico Santa Lucía, que alojaba a afiliados del PAMI, en Saldán. En la zona de Sierras Chicas hay 50 infectados de COVID-19, a partir de los estudios realizados desde que se desató la crisis en la residencia para adultos mayores.
El gobierno provincial, también definió que se iniciará “la ampliación diagnóstica en personas que integran los equipos de trabajo de todos los geriátricos provinciales, para la correspondiente detección y de manera preventiva de posibles casos de COVID-19”.
Por otro lado, comenzará a regir el protocolo elaborado en el COE de aplicación en los geriátricos en la etapa de contingencia de coronavirus. Este esquema de intervención, comprende desde el equipamiento de trabajo hasta la sectorización de las instituciones ante la presencia de casos sospechosos.
Cabe recordar, que en Saldán, la provincia realizó una denuncia penal contra el propietario y el director médico de la Residencia Santa Lucía por una serie de irregularidades que incluyen “el supuesto incumplimiento en su deber de prestador del cuidado y salud de los adultos mayores a su cargo; así como también, por su posible actuar negligente”.
De acuerdo a la investigación del Ministerio de Salud de la provincia, en la residencia no había normas de bioseguridad adecuadas.
En el lugar o relacionados con él, hay medio centenar de personas enfermas y las localidades de Saldán, Villa Allende, Unquillo, Mendiolaza, y La Calera en emergencia epidemiológica. También se investiga si la muerte de una mujer internada en el geriátrico fue consecuencia de coronavirus y si una enfermera que dio positivo de la enfermedad y que fue internada en el hospital de Cosquín, se contagió en la residencia. Aún no se pudo establecer cuál habría sido allí, el paciente 0.
Mientras que el Ministerio de Salud de la provincia, confirmó ayer que se produjeron seis nuevos casos de coronavirus COVID-19 en Córdoba. Por lo que, a la fecha, se registran 232 personas con diagnóstico confirmado. En tanto, una mujer de 67 años, oriunda de la localidad de La Playosa, falleció en Villa María, convirtiéndose en la sexta víctima fatal desde que se inició la pandemia hace 44 días. No se registraron nuevas altas de pacientes durante la jornada del miércoles, por lo que el número de personas curadas sigue en 38, un 16,38% del total de contagios.
Con los tests a los 64 compañeros de trabajo del changarín del Mercado de Abasto de la ciudad de Córdoba que diera positivo de COVID-19 la semana anterior, se estableció que ninguno de ellos fue contagiado por el hombre enfermo.
Mientras que de las 232 personas con diagnóstico positivo para COVID-19 en la provincia de Córdoba:
-38 (16,38%) se recuperaron (alta).
-187 (80,60%) se encuentran en tratamiento (domiciliario y hospitalario).
-6 (2,59%) fallecieron.
Del total de personas en tratamiento (187), el 72% (131) se encuentra con aislamiento domiciliario y un 28% (52) en internación.
A su vez, de las 52 personas internadas, un 50% (26) se encuentra en sala sin oxígeno, un 32,69% (17) en sala con oxígeno, un 7,7% (4) en unidad de cuidados intensivos (UCI) y un 9,61% (5) en Unidad de Terapia Intensiva con Asistencia Mecánica Respiratoria (UTI-ARM).
En Córdoba fueron notificados 4298 casos, 3233 fueron descartados y 833 se encuentran en estudio.
Respecto de la muerte de la mujer de 67 años, se estableció que regreso el 15 de marzo de un viaje a España, junto con otros 17 familiares. Dice el parte oficial que “presentaba condiciones de riesgo, como obesidad, hipertensión e inmunodepresión por diagnóstico oncológico”. Agrega que el 16 de marzo comenzó con síntomas y al día siguiente consultó en la ex Clínica de la Familia – Sanatorio de La Cañada, de Villa María. Allí se le realizó hisopado y quedó internada en la unidad de terapia intensiva, con diagnóstico de neumonía bilateral y fiebre persistente. El 21 de marzo se confirmó el diagnóstico de COVID-19. El 28 de marzo su evolución clínica desmejoró y, ante esta situación, se le colocó asistencia respiratoria mecánica. El lunes 13 de abril se agravó su estado general hasta que falleció en la tarde del miércoles 15.
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