El diputado nacional peronista, Sergio Ziliotto, consiguió en La Pampa, la novena victoria oficialista en elecciones provinciales (incluidas Primarias provinciales) y, a la vez, es el responsable de la novena derrota a los candidatos del presidente Mauricio Macri. Es también un triunfo con el modelo de alianza que proponen Cristina Fernández, una parte de los gobernadores del PJ y los intendentes del conurbano bonaerense.
La Pampa es una tradicional provincia peronista, ya que desde 1983 ha sido gobernada sin interrupciones por los dirigentes de ese partido Rubén Hugo Marín, Carlos Verna, Oscar Jorge y Néstor Ahuad. Ziliotto es el quinto dirigente de ese partido en convertirse en gobernador. El de esta provincia no es un peronismo de izquierda, siempre ha sido leal al pensamiento clásico del movimiento fundado por Juan Domingo Perón. Pragmático y verticalista en política y adherente al credo populista en lo económico, que se manifiesta en un rol fuerte del Estado en lo social y la inversión en infraestructura; y en la inclinación a la intervención del Estado en la economía -empresa estatal de petroleo, y manejo de la energía y la provisión de agua, un banco provincial, etc.-.
Salvo el ex jefe del bloque de Diputados en la epoca del menemismo, Jorge Matzkin, nunca el PJ pampeano tuvo un dirigente de peso con pensamiento neoliberal. Verna, el actual gobernador, ha cercado su territorio político y a alternado buenas y malas relaciones con los gobiernos centrales -de hecho, La Pampa es una de las dos provincias que no ha firmado el nuevo Pacto Fiscal con el presidente Macri-. Junto al ex gobernador Marín, se destacan por su astucia política y el cultivo del sentido de la oportunidad. Con esa fórmula han tenido una influencia mayor al escaso peso demográfico de la provincia.
Ziliotto es un hombre de máxima confianza del actual gobernador Carlos Verna y ha ocupado distintas funciones a su lado. Nunca había liderado en las urnas, hasta ahora, las boletas peronistas. Es una sucesión sin turbulencias la que se produjo esta vez en este distrito, que ha tenido confrontaciones mayores entre cada uno de los líderes de cada período. Primero fue entre Marín y Ahuad, luego entre el actual titular de la Comisión de Acción Política del PJ Nacional y Verna, y más adelante entre Verna y el santarroseño Jorge. Sin embargo, pese a las diferencias, el PJ nunca sufrió desmembramientos relevantes que pusieran en riesgo su hegemonía local.
Pareció en 2015, que con la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, y la aparición de Carlos MacAllister como candidato del PRO, podría cambiar el signo político de este distrito, pero el contexto socio-económico y de fuerte caída de la imagen del presidente, sepultaron las chances del oficialismo nacional y sus socios radicales en la provincia. De hecho, el 17 de febrero, la primaria que se desarrolló allí fue el primer indicio de que la sociedad estaba empezando a modificar su humor respecto del curso de la gestión nacional. No sólo se produjo la victoria de Ziliotto, sino que el radical Daniel Kroneberger superó con amplitud a MacAllister.
Los resultados particulares de este comicio indican que el candidato oficialista vence al radical Kronberger por 52 a 32 puntos porcentuales y el PJ recupera gran cantidad de pueblos y ciudades en manos de Cambiemos, incluida la capital Y Victorica. En estos dos casos, son golpes de efecto nacional, porque Luciano Di Napoli y Miguel Villagra son dirigentes kirchneristas. Villagra derrotó a Hugo Kenny (Cambiemos) por apenas 1 voto. En 2015, Verna superó a Francisco Torroba (Cambiemos) por 97.068 (48,6%) a 72.741 votos (36,42%). En cuarto lugar se ubicó el candidato del Frente Pampeano para la Victoria, Franco Cattalani, con 11.104 votos (5,56%). En la actual elección, todas las corrientes justicialistas o aliadas fueron en una misma lista, con excepción de Comunidad Organizada, del ex intendente de Santa Rosa, Juan Carlos Tierno. Si Verna y Cattalani hubieran participado juntos en 2015, la suma hubiera llegado a 54,16%. En esa comparación, Ziliotto obtuvo 2 pp. menos que Verna. Sin embargo, si se separa a la lista kirchnerista, el actual diputado nacional se alza con una diferencia a su favor 3,4 pp.
Cambiemos pierde entre las dos elecciones un 4 por ciento, que sin ser una cifra significativa, muestra la tendencia declinante de la influencia del gobierno nacional a sus candidatos. De hecho, ningún dirigente nacional de importancia acompañó a sus candidatos en la campaña.
Más allá del escenario local, el triunfo del frente peronista, muestra 24 horas después del anuncio del anuncio de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, que en este contexto de crisis económica, se refuerzan las posibilidades electorales de una alianza con eje en el peronismo. Es un desafío que Ziliotto se encargó de lanzar apenas se conocían las cifras de su elección a los líderes peronistas de Argentina Federal, el cordobés Juan Schiaretti; el salteño, Juan Manuel Urtubey; el bonaerense Sergio Massa; y el rionegrino, Miguel Ángel Pichetto: “Siempre dijimos que es necesario ponernos todos de acuerdo en puntos programáticos e ir a una gran PASO si hay más de un candidato que cree que tiene la impronta para llevar adelante este país con otro modelo opuesto a este Gobierno. La idea es que estén todos los sectores del peronismo porque el único límite para nosotros debe ser Macri. Nunca un límite debe ser un compañero”.
La referencia de Ziliotto es crítica del planteo de Argentina Federal de conformar una tercera vía electoral, que compita con el presidente y ahora, con los Fernández.
Juntos, seguimos haciendo historia. Los peronistas nos unimos para este contundente triunfo con la meta común de ponerle freno a las políticas neoconservadoras del gobierno de Macri. En La Pampa vivimos mejor, porque el futuro es peronista. pic.twitter.com/VGFocG925c
— Carlos Verna (@VernaOficial) May 20, 2019
Luego, La Pampa suma a la cuenta de victoria oficialistas -siete sobre nueve-, ya que en Chubut y Santa Fe, ambas elecciones primarias, los candidatos oficialistas fueron los más votados, pero en los dos casos la sumatoria de los candidatos peronistas que competían en esas internas reunió más votos. Esto preanuncia comicios generales muy reñidos en esos distritos.
Con derrotas más o menos estruendosas, los candidatos de Cambiemos perdieron en todas las elecciones disputadas hasta el momento.
Un detalle sobresaliente de esta situación es que la fortaleza electoral del conglomerado oficialista en 2015 y 2017, se centró en la Pampa Húmeda, estos es las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa. Pero este capital parece escurrirse, ya que Cambiemos ha sido derrotado en todas las provincias citadas, menos Buenos Aires, donde la elección ira junto con la presidencial.
A esta altura, está claro que la crisis económica está oradando la original fortaleza política del presidente. Sino se producen cambios en ese plano -el econpomico-, es probable que el desastre económico derive en una crisis política. Ya no es sólo el adversario “populista” el problema de Macri, la realidad económica y social parece estar modificando el humor social y la coalición oficialista no puede construir sustentabilidad política y electoral, una situación que la lleva irremediablemente a un colapso.