Por un lado, hay un escenario electoral dividido en tercios, que parece estar inclinado a la centro-derecha y la derecha del espectro ideológico; y por otro, hay un mapa de soluciones y modos de resolver los problemas, que indican que los argentinos apoyan salidas, en buena parte de los temas, por el otro costado del pensamiento político, esto es la centroizquierda y la izquierda.
Esta fotografía de la realidad muestra la existencia de una doble vía, esto es, que “la política” y “la oferta electoral” no parecen estar viendo la “agenda social” y que ambas transcurren con su propia dinámica. También, que la agenda del libertario Javier Milei no cuenta con adhesión social pese a que es uno de los dirigentes con mayor intención de voto, que incluso posee opciones de ingresar en la segunda vuelta electoral.
Así surge de una muy interesante encuesta nacional, realizada entre el 26 de mayo y el 1 de junio, en todo el país, con cuestionario domiciliario, y 1300 casos, por la consultora Zuban, Córdoba y Asociados.
Por ejemplo, hay temas como reducir el gasto de la política que son concordantes con la selección de los candidatos: Allí el 78,4% de manifiesta de acuerdo con “reducir el gasto de la política”. Es también una cuestión de sentido común: Una fuerte porción social enfatiza la responsabilidad del sistema político frente a la crisis económica. Y hay otros donde se manifiesta otro esquema: El 56,4% expresa su adhesión a “reducir drásticamente los subsidios a las grandes empresas privadas”. Este tópico no figura en la agenda de debate público.
Dicen Paola Zuban y Gustavo Córdoba que “hace unos días ya publicamos un adelanto con los datos electorales. Las conclusiones de los mismos son claras y vale la pena volver a mencionarlas: El escenario de tercios sigue gozando de buena salud, ninguna figura política tiene diferencial de imagen positiva y todo indica que veremos en Juntos por el Cambio una primaria muy competitiva”.
Agregan que “a esa última certeza se suma al día de hoy la posibilidad cada vez más grande de que también el peronismo tenga una primaria interesante” y señalan que “son paradójicos los efectos que las PASO pueden generar a ambos lados de la grieta. Mientras en JxC una competencia interna agresiva puede terminar perjudicando a ese espacio de cara a la elección general, en el peronismo son muy altas las posibilidades de que ocurra exactamente lo contrario, es decir, que las primarias permitan al oficialismo ampliar su base electoral y mostrarse fortalecido en el camino hacia octubre”.
Zuban y Córdoba precisan que Javier Milei, al ser el único candidato confirmado, “le ha permitido mantener una centralidad política envidiable y al día de hoy su presencia en el ballotage aparece como más que una posibilidad. Esa centralidad también le ha permitido marcar el tono y los temas del debate político. Sus propuestas son las únicas que se discuten, lo que desnuda un déficit increíble por parte del resto de la clase política”.
Razonan luego que “sin embargo, que sus propuestas tengan centralidad no parece garantizarle grandes niveles de adhesión a las mismas. En este informe nos propusimos volver a medir sus principales caballos de batalla discursivos y el resultado sigue siendo el mismo que la última vez: la sociedad rechaza a la mayoría de sus ideas”.
En ese sentido, señalan que “ni siquiera en la llamada agenda identitaria Milei logra articular mayorías sociales. Es una cuestión en la que vale la pena poner el foco. Como ya hemos dicho infinidad de veces, apostar al voto duro y radicalizado es una gran idea para demostrar presencia y desplazar a la competencia interna, pero es una estrategia que se queda sin combustible cuando hay que pensar en una elección general. El ballotage se gana con la mitad más uno de los votos”.
También apuntan que “del otro lado, apostar solo a rechazar puede también ser una mala estrategia. ¿Cuáles son las alternativas a la dolarización? ¿Cuáles son las propuestas económicas de aquellos que quieren llegar al ballotage? El margen para responder esas preguntas empieza a agotarse. Una vez definida la oferta electoral, las candidaturas que la integren deberían abandonar la rosca de los pasillos y los cafés para recuperar el espacio que perdieron en el debate público”.
PARA LA DERECHA
Un 62,6% señala su apoyo a “bajar la edad de imputabilidad de menores que delinquen. Esta medida es rechaza por el 32% de los encuestados.
En tanto, un 52,8% se expresa por “reducir los planes sociales” frente a un 44% que se inclina por rechazar la medida.
También obtiene consenso “unificar el sistema de seguridad interior, exterior e inteligencia en un único sistema de seguridad nacional”. Aquí un 46,8% se expresa de acuerdo contra un 34,7% que dice estar “en desacuerdo”. Este punto es el que tiene uno de los valores más elevados de personas que “No saben”: 18,5%.
PARA LA IZQUIERDA
El 73,7% de los consultados se manifiesta de acuerdo con “castigar duramente la evasión fiscal de las grandes empresas”, frente a un 20,3% que dice estar en desacuerdo.
La reforma del sistema laboral encuentra a un 43,3% de consultados en desacuerdo y un 41,2% de acuerdo. Es un empate técnico, dado que existe una diferencia que no es estadísticamente significativa. Aquí, el 15,5% se expresa como indeciso.
A su vez, el 50% indica que está desacuerdo con “militarizar los institutos de menores”, frente a un 39,1% que asegura estar de acuerdo.
Un 49,5% de los consultados también plantea su desacuerdo con la existencia de “cárceles de gestión público-privada” versus un 37,3% que se expresa de acuerdo.
“Eliminar las retenciones al campo e impuestos rurales” reúne un 50,6% de personas en desacuerdo. Un 35,4% dice estar de “acuerdo” y un 14% “no sabe”.
“Derogar la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo” cosecha un 58,3% de rechazo frente a un 35,3% de aprobación.
Mientras que “el despido de empleos estatales” suma un 62,5% en desacuerdo contra un 29,9% que está de acuerdo.
El aumento del impuesto a las ganancias también posee un 58,6% de rechazo contra un 28,4% que plantea estar de acuerdo.
Dolarizar la economía reúne la oposición de 6 de cada 10 consultados (63% contra 27,5%).
Privatizar YPF y Aerolíneas Argentinas tiene un 64,7% de argentinos en desacuerdo y eliminar el Ministerio de la Mujer, un 70% de rechazo.
Otro caballito de batalla de la derecha económica encuentra un sólido rechazo: “Reducir las posibilidades de juicios laborales de los empleados”. Según el informe, un 63,2% está en contra.
Luego, aparece “privatizar las empresas públicas”, que consigue un 68,7% de rechazo.
Dos puntos altos aparecen con “eliminar la educación sexual integral de las escuelas” (75% de personas en desacuerdo) y “permitir la libre portación de armas de fuego” (77,4% de oposición).
Los máximos, por encima del 80% de los consultados en desacuerdo, son los siguientes:
– “Arancelar la salud pública”: 80,8%.
– “Arancelar la educación pública”: 82,3%.
– “Aumentos en luz, gas, agua e Internet”: 87,2%.
– “Bajar las jubilaciones y pensiones”: 90%.
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