Dos nuevas pruebas surgidas de un análisis pericial extra-judicial realizado por el abogado que participó de la creación de la oficina de Reconstrucción Virtual de la Policía Judicial de Córdoba, Federico Baudino, concluyen que Hugo Cánovas Badra no efectuó el disparo que terminó con la vida del adolescente David Moreno en diciembre de 2001. Por ese motivo, con el patrocinio del abogado Pablo Olmo, este hombre, de 47 años de edad, solicitó la revisión de su caso, que tiene condena firme desde fines de 2021. Cabe señalar que, en caso de existir nueva prueba que conmueva el núcleo argumental de una condena, una sentencia puede ser revisada. Eso es lo que parece con los elementos que encontró Baudino y a ese objetivo es lo que apuesta su defensa jurídica.
También solicita en su presentación ante el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) el “efecto suspensivo de la ejecución de sentencia y la inmediata puesta en libertad” mientras dure la tramitación del recurso de revisión.
La base del debate consiste en que Cánovas Badra fue condenado como autor del crimen por haber disparado desde una distancia de entre 25 y 30 metros y desde atrás a Moreno y otras tres personas que fueron heridas durante la represión policial en diciembre de 2001. Sin embargo, Baudino, utilizando software de última generación y revisando las pruebas existentes en el expediente (entre otras, el ingreso de los disparos en el cuerpo y el lugar dónde cayó), primero, concluyó que el ingreso de los disparos se produjo desde la vereda de enfrente a la que caminaba Cánovas Badra, en diagonal, y a una distancia de casi 15 metros. Es decir, él o los autores de los disparos fueron otros policías que, según los testimonios obrantes, estaban allí. Mientras que después, luego de determinar dónde estaba la mancha de sangre que dejó el adolescente al caer, confirmó que, por su dinámica y posición, los disparos fueron en diagonal -sureste a noreste- y desde una distancia de casi 15 metros.
A su vez, estableció que para condenar a Cánovas Badra se alteró la prueba. En 2001 se realizó un plano detallado que arrojaba que la mancha de sangre estaba en un lugar -hecho corroborado también por imágenes de Canal 12 en 2001- y durante el juicio se utilizó un nuevo plano que corría la mancha un metro hacia el Norte de dónde estaba originalmente para que coincidiera con un tiro en línea recta y desde atrás (la acusación necesitaba probar que David había sido impactado antes de ser protegido por las construcciones de la esquina y que había caído en dirección este-oeste). Esto es, para que fuera sincrónico con la posición de Cánovas Badra. Ese nuevo plano es de 2008 y utilizó como base un croquis que no contenía los datos de planimetría que son de protocolo.
Dicho de otro modo, de acuerdo a este nuevo estudio, habría un inocente entre rejas.
Cánovas Badra fue condenado en 2017, a 12 años y 8 meses de prisión como responsable del disparo que terminó con la vida del adolescente y se encuentra cumpliendo la pena en Cruz del Eje, a 138 kilómetros de donde viven sus padres, su mujer y sus hijos, en Córdoba Capital. El cargo fue el de autor de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por su condición de policía.
VER Crimen de David Moreno: Condenaron a un policía a 12 años y ocho meses de prisión.
VER David Moreno: Tras 16 años de dilaciones, llega la sentencia.
El falló se dictó luego de casi 16 años de dilaciones para encubrir el accionar policial durante la represión de las protestas y saqueos ocurridos en todo el país el 19 y 20 de diciembre de 2001. En el hecho que terminó con el asesinato de David, la policía utilizó cartuchos con postas de plomo, en lugar de postas de goma, que son los que se utilizan frente a situaciones de este tipo. La Cámara 1° del Crimen, presidida por Susana Beatriz Cordi Moreno como presidenta, concluyó que Cánovas Badra era el autor del crimen.
David Moreno que había ido a mirar lo que ocurría, recibió un disparo en la nuca mientras corría junto con otros vecinos que habían intentado saquear un supermercado en barrio 9 de julio, en el noroeste de la capital cordobesa. Un escuadrón de 70 policías reprimió, con balas de goma y plomo. Pese a las descomunales demoras e irregularidades de la investigación, ningún responsable institucional llegó a juicio.
Por el juicio pasaron 130 testigos, entre ellos varios policías que ese día participaron del mismo operativo. Quedó establecido que hubo más de un potencial tirador que usó cartuchos Propósitos Generales (PG) cargados con postas de plomo. Por el tiempo transcurrido, las pruebas documentales (pericias balísticas y planimétricas) fueron muy discutidas y controvertidas por las partes. Incluso hubo algunos documentos que se perdieron durante la instrucción.
Cánovas Badra, que por entonces tenía 26 años, siempre sostuvo que era inocente y, mientras estuvo detenido, se definió como “un preso político”. Sostuvo en la oportunidad, que los jefes de por entonces lo eligieron “por ser joven y no tener hijos”. Mientras que, desde un principio, la familia de David había afirmado que sólo se centró la investigación en los rangos más bajos de una larga cadena de responsabilidades.
En ese sentido, en su momento, quedaron afuera del proceso Luis Omar Farías (comisario Inspector) a cargo del operativo, el jefe de la Patrulla Preventiva Norte, Juan Antonio Pesci, y el Sub Comisario Pucheta. En 2010, tras pagar una multa de 750 pesos, Farías, el jefe del operativo quedó sobreseído en una causa por “violación de los medios de prueba”, es decir por dañar la escena del crimen.
QUÉ DICE LA NUEVA PRUEBA
En su escrito, el abogado Olmo, basado en el trabajo de Baudino dice que “mientras la nueva prueba afirma que David Moreno recibió dos disparos consecutivos, de frente y de espalda en posición de parado, la sentencia sostiene que las primeras postas las recibió “en posición de agachado o agazapado, impactándole tres (3) de las nueve postas que conforman la carga total del cartucho, una de ellas en muslo derecho, otra en hombro izquierdo y la restante en flanco izquierdo, lo que habría provocado que el menor girara su cuerpo (…) En tanto que las segundas postas impactaron “una de ellas en el cráneo y la otra en codo izquierdo”.
A su vez, Baudino indica que “el disparo que provocó la muerte de David Moreno fue realizado por una persona no identificada a una distancia aproximada de 15 metros en dirección noreste-suroeste, la sentencia afirma que este condenado Hugo Cánovas se encontraba a una distancia entre 25 y 30 metros por la vereda de en frente del Supermercado Mini Sol en un medidor del servicio de energía eléctrica (cardinal ESTE) en relación a la víctima”.
Agrega el trabajo que “la nueva prueba afirma que la posición final del cuerpo de Moreno, apoyada en evidencia física, indica que la cabeza quedó orientada al suroeste en tanto que las extremidades quedaron al noreste. En tanto, en la causa se sostiene, que la cabeza quedó orientada hacia el Oeste y las piernas al Este. La nueva prueba no solo acredita que el condenado no fue el autor de los disparos, sino que además deja establecido el lugar desde donde el verdadero autor realizó el disparo que terminó con la vida de Moreno. Ello es que los disparos provenían del noreste al suroeste y de una distancia de unos 15 metros”.
Plantea luego que “si unimos este dato con la constancia de la causa obrante en el expediente, ello es el informe elevado por el detective José Luis Almada perteneciente a la Dirección General de Policía Judicial que plantea dos hipótesis donde describe una de ellas diciendo textualmente que: “En el caso de los efectivos de la Patrulla Preventiva que marchaban por el costado derecho de la Guardia de Infantería, es decir por la vereda del Minisol (oficial Gabriel Assolini, sargento Jorga Caudana, Cabo 1º Carlos Zarattini) sus posiciones infieren un ángulo (disparo en diagonal) muy marcado como para causar las lesiones en la posición y trayectoria mencionadas por Parra y Fregenal y por la posición en que quedó el cuerpo de la víctima David Moreno, además de lo que demostró la pericia balística”.
Sigue diciendo que “vemos que dicha hipótesis no fue examinada oportunamente en la causa y es coincidente con lo revelado por la nueva prueba aportada en esta instancia recursiva. Es decir que a partir del aporte de la nueva prueba introducida en esta vía recursiva, la que unida a otras constancias de autos, nos permite no solo desvincular a este condenado de la muerte que se le atribuye, sino que además se obtiene una nómina de tres policías (Oficial Gabriel Assolini, Sargento Jorga Caudana, Cabo 1º Carlos Zarattini) que por sus posiciones , ello es por la vereda del Supermercado Minisol pudieron disparar en dirección noreste-suroeste de forma diagonal y haber provocado la herida mortal en la persona de David Moreno, al igual que haber lesionado a Parra y Fregenal (otras dos víctimas que resultaron heridas)”.
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