La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner criticó la Ley Ómnibus que se debatirá desde este lunes en la Cámara de Diputados. Lo hizo al cuestionar el punto en el que el Ejecutivo no puede revisar los contratos en el sector energético en las áreas de “energía renovable, térmica e hídrica, causa principal del aumento astronómico en las tarifas eléctricas”.
CFK realizó un posteo en la Red X donde abordó este punto e ironizó sobre las facultades legislativas que obtendría Milei en diversos campos si logra la aprobación de la Ley Bases, pero en los que no se incluye este punto, central en la constitución de las tarifas y los fuertes aumentos que se están produciendo en hogares, comercios, industrias e instituciones. “Además de no ser una buena decisión resulta incoherente con la declaración de emergencia en materia de energía establecida en el artículo primero de la referida ley. ¿O la declaración de emergencia solo va a ser para justificar el tarifazo?”, se preguntó.
Dice Cristina que “se va a tratar en la Cámara de Diputados de la Nación la autodenominada “Ley de Bases”, cuyo Título III sobre “contratos y acuerdos transaccionales” autoriza al Poder Ejecutivo, “por razones de emergencia”, a rescindir o modificar los contratos de obra pública que hayan sido celebrados con anterioridad al 10 de diciembre del 2023, pero… “Quedan expresamente excluidos del régimen establecido en esta ley los contratos suscritos en virtud de los procesos de privatización autorizados por la ley N°23.696 y…(adivina qué también)… aquellos contratos que se hayan suscripto en el marco de regímenes de promoción de actividades, programas de estímulo a las inversiones o a la producción”. O sea… faculta al presidente a dejar sin efecto 2.308 obras públicas paralizadas en todo el país, de las cuales 119 son universidades nacionales, pero le prohíbe revisar los contratos dolarizados de generación de energía renovable, térmica e hídrica, causa principal del aumento astronómico en las tarifas eléctricas, como demostramos ayer (por el sábado) en nuestra charla en Quilmes”.
Agrega que “no es una buena decisión atarle las manos al presidente en una cuestión tan delicada y que impacta tan negativamente en todas las actividades de la vida cotidiana: industriales, comerciales, clubes de barrio, universidades, y sobre todo en los bolsillos exhaustos de los argentinos”.
Señala que “además de no ser una buena decisión resulta incoherente con la declaración de emergencia en materia de energía establecida en el artículo primero de la referida ley. ¿O la declaración de emergencia solo va a ser para justificar el tarifazo?”
El sábado, al inaugurar el estadio Néstor Kirchner en Quilmes, había señalado que “nadie está desconociendo la legitimidad de origen del presidente (Javier Milei), si hay algo que siempre he reconocido es la contundencia y lo inapelable que es el voto popular. Pero la legitimidad de origen necesita legitimarse también en la gestión y en los resultados de la gestión. Te puede haber votado el 60% de los argentinos, pero si cuando sos gobierno la gente se caga de hambre, pierde el trabajo, no puede llegar a fin de mes, ¿de qué sirve?”
Recordó luego, el discurso por cadena nacional del presidente del lunes pasado: “Cuando escuché congratularse sobre el superávit público del primer trimestre y resulta que no pagaste Cammesa, la energía, las obras públicas, lo que le debés a las provincias y las universidades… Es como ustedes en su casa después de no haber pagado la luz, el gas, el alquiler y las expensas digan “tengo superávit”. No hermano. Mirá todo lo que debés. No tenés superávit. En el año 2000 y 2001 tuvimos déficit cero y se cayó todo igual. En este país, en los seis años que hubo superávit fiscal gobernaba Néstor Kirchner y en el 2008, quien les habla”.
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