Puede parecer poco, pero 2,83 pesos por viaje y todos los días (la diferencia entre 15,38 pesos y 12,55 que costaba antes del aumento) significan una transferencia de ingresos de los usuarios del transporte público de pasajeros a las empresas del sector de 521 millones de pesos anuales.
VER MÁS ARTÍCULOS DE FABIÁN GARCÍA.
Con ese dinero, por ejemplo, se podrían construir unas 350 viviendas del plan Procrear Joven (aproximadamente 1,5 millones por unidad). Todos esos recursos salen de los bolsillos de los cordobeses como consecuencia del incremento del 22,5% aprobado el viernes último en el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba.
El sistema de colectivos urbanos moviliza en la ciudad de Córdoba 184,4 millones de viajes anuales, una media de 43 millones de boletos mensuales. A lo largo de un año, al precio de 12,55 pesos, las empresas percibieron 2314 millones de pesos. A partir de ahora -y sin contar nuevos incrementos para los que el intendente Ramón Mestre está autorizado a hacerlo por decreto durante el lapso de 12 meses- y en caso de que se mantenga la cantidad de pasajeros, los usuarios dejarán en cospeles 2.836 millones en el próximo año. La diferencia de 521 millones entre un año y otro, es la transferencia de bolsillo a bolsillo que surge del aumento, algo así como conectar los bolsillos de 255.000 cordobeses con las cajas de las empresas prestatarias (ERSA, Aucor, Coniferal y TAMSE).
Además de los ingresos provenientes de los pasajeros, las compañías reciben en concepto de subsidio, 1.000 millones de pesos anuales para pagar salarios y otros 200 millones más para combustible.
En el subsidio salarial es dónde hay una diferencia relevante entre lo que reciben las firmas que operan en Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano y las que operan aquí: El convenio colectivo vigente para los choferes de Córdoba establece que trabajan siete horas diarias en vez de las ocho horas del resto del país. En ese contexto, cuando la Nación acompaña con subsidios un incremento salarial de los choferes en un 100%, para Córdoba implica el 75% (unos 600 empleados quedan afuera). El esquema nacional cubre tres empleados por colectivo y Córdoba tiene 3,7. Hay un compromiso firmado por autoridades nacionales y municipales para resolver la situación.
Cuando Ramón Mestre asumió como intendente en 2011, el boleto costaba 2,50 pesos. En 2017, casi 6 años más tarde, alcanzó los 15,38 pesos: +515% de aumento.
A su vez, el costo del pasaje cordobés comparado con el de ciudades similares es más elevado:
-En Rosario cuesta 9,70 pesos por viaje con tarjeta (+58,5% en Córdoba);
-En Mar del Plata el valor es de 7,97 pesos (+92,97% en Córdoba).
-En Mendoza su precio es de 8,50 pesos (+80.94% en Córdoba).
Probablemente, la tarifa sume nuevos reajustes fruto de la política de reducción de subsidios del gobierno nacional a los servicios públicos, lo que implicará mayores transferencias de ingresos de los usuarios a las empresas.
Esto surge del artículo 17° de la Ordenanza que aprobó el aumento del 22,5% (de 12,55 a 15,38 pesos). Allí el intendente Mestre quedó facultado para disponer trimestralmente nuevos aumentos por decreto en caso de que haya aumentos salariales o variaciones en el costo del combustible subsidiado. En ningún caso, esas subas podrán superar el valor de la inflación.
La decisión de los concejales oficialistas y del gobierno municipal sería cuestionada ante la Justicia por bloques de la oposición, ya que el artículo 64, inciso 18 de la de la Carta orgánica Municipal determina entre las facultades del Concejo Deliberante, la de fijar las tarifas de los servicios públicos. El transporte público de pasajeros es un servicio público, por lo tanto el Concejo no puede ceder al Ejecutivo esta prerrogativa.
Sumate al equipo y ayudanos a contar lo que el poder no quiere.
Cómo comunicarse:
Redacción: [email protected]
Lectores: [email protected]
Equipo de Investigación: [email protected]