El presidente electo de Chile, Gabriel Boric (Frente Amplio) dijo este domingo, ante una multitud enfervorizada en la Alameda de la capital chilena, en Santiago, que “somos unidad. Somos esperanza. Somos más cuando estamos juntos” y planteó que “un crecimiento económico que se asienta en la desigualdad profunda tiene pies de barro”, en alusión al modelo neoliberal vigente en ese país.
Expresó también que “voy a ser el Presidente de todos los chilenos y chilenas, porque creo que es importante interpretar a todos y los acuerdos deben ser entre toda la gente y no entre cuatro paredes”, a la par que resaltó sus compromisos de justicia social y medioambiental.
“Nunca por ningún motivo podremos volver a tener un presidente que le declare la guerra a su propio pueblo”, dijo en un claro mensaje al presidente saliente, Sebastián Piñera, quien durante el estallido social de 2019 encabezó la represión con una retórica bélica.
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“Este mismo compromiso y entusiasmo será necesario durante todos los años de mi gobierno, para que se pueda sostener el proceso de cambio que se ha iniciado hoy”, advirtió el hasta ahora diputado de izquierda.
Boric agradeció a todos los candidatos que compitieron en la primera vuelta y a José Antonio Kast, el dirigente de derecha con el que compitió en el balotaje. “Sí, también a José Antonio Kast; espero que contemos con la madurez de contar con sus propuestas y crear puentes”, remarcó.
El sucesor del presidente Sebastián Piñera afirmó que “detener la violencia contra las diversidades y la mujeres va a ser fundamental”.
Sostuvo además, que “los motivos del estallido social” de 2019 “siguen aún muy presentes” porque “las demandas por justicia y dignidad siguen presentes en el corazón de la gente”.
Indicó que “un crecimiento económico que se asienta en la desigualdad profunda tiene pies de barro. Un progreso que no llegaba a las poblaciones más necesitadas es un modelo de desarrollo que tenemos que cambiar y que vamos a cambiar”, prometió.
Asimismo, opinó que “la democracia sustantiva no se reduce solamente al voto” y postuló “una democracia en la que los barrios, las poblaciones, la sociedad civil tengan protagonismo”, porque “una democracia sin la gente no es realmente una democracia”.
Advirtió que “los avances sustantivos, para que sean sólidos, tienen que tener consensos, tienen que ser peldaño por peldaño”.
Por otra parte, remarcó que “el respeto a los derechos humanos es siempre y en todo lugar un compromiso inclaudicable”, y se comprometió a no cansarse de “buscar verdad, justicia y reparación”, así como a igualar “para arriba el acceso al tratamiento médico”.
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