La República Argentina desde hace varias décadas, se encuentra sumergida en una inflación de dos dígitos, que afecta seriamente la vida de todo el pueblo argentino. Asimismo, la moneda nacional sufrió constantes devaluaciones a lo largo de los años.
Estos factores entre otros, pulverizaron el poder adquisitivo de la clase trabajadora (y también de los jubilados). En contrapartida, la inmensa mayoría de las paritarias, perdieron año tras año contra la inflación.
Uno de los hechos que generan incrementos en los números de la inflación (a parte del rol que tienen para ello, algunos formadores de precio), son los aumentos en los combustibles. Es de público conocimiento, que cada vez que aumentan los mismos, de forma casi automática suben los valores de la inmensa mayoría de los productos de la canasta básica familiar.
En el sector privado, las paritarias de ciertas actividades se han acercado en algunos casos, a la inflación. Pero si existe un sector en el que se viene perdiendo contra la inflación, es en el ámbito del Estado, donde la mayoría de las paritarias quedaron a más de 10 puntos de diferencia.
Es importante que los sindicatos (tanto los del sector estatal y los del sector privado), luchen para lograr paritarias dignas para quienes representan. Es inaceptable, que existan organizaciones gremiales que acuerden recomposiciones salariales que quedarán por debajo de la inflación.
Hay que destacar por otro lado, el rol clave que tiene en nuestra Nación, el mercado interno. Un país con un mercado interno deprimido o con muy baja demanda (sumado a ello una elevada inflación), dará por resultado una economía en estanflación (estancamiento económico más inflación), es decir una economía sin crecimiento o con un crecimiento insignificante.
Para poner en marcha la economía argentina, hay que inyectar con urgencia, dinero en el bolsillo de los trabajadores y de los jubilados.
Por ende en el contexto actual, los sindicatos deberían pedir inmediatamente la reapertura de paritarias (lo que impactaría una vez que se logren, en las jubilaciones). Pero además de todo esto, se requiere que plan de gobierno, un plan económico y un modelo de país que se haga conocer a todo el pueblo.
Se tienen que implementar medidas económicas y políticas que tiendan a combatir la inflación, hasta lograr que baje a un dígito (como ya es el caso de la gran mayoría de los países de la región).
Reitero, en nuestra querida República Argentina se requiere una pronta recomposición salarial para los activos (y para los pasivos), pero también, ver una gestión gubernamental que nos permita avizorar el camino de volver a ser un país que tienda a recuperar el poder adquisitivo de su población, que se garantice el derecho a la movilidad ascendente, y que tengamos definitivamente un proyecto serio de Nación, por lo menos, con una mirada a 30 años hacia adelante.
* Carlos Emanuel Cafure es abogado laboralista. Asesor legal del Sindicato de Peones de Taxi de Córdoba. Escritor. Autor de iniciativas legislativas a favor de la clase trabajadora.
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