La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la CTA Autónoma convocaron para este jueves 16 de junio a un paro provincial y movilización en toda la provincia, con un acto a las 12:00, frente a la Casa de Gobierno de la Provincia de Córdoba.
La protesta se realiza con las consignas de “No al pago al FMI”; Ningún trabajador debajo de la línea de pobreza; derogación de la reforma previsional provincial contenida en la Ley 10694; por trabajo genuino y “el fin de la precarización”.
También denuncian que “el hambre es un crimen y debe proveerse asistencia integral a los comedores comunitarios”; reclaman el fin del “saqueo y el extractivismo”; piden la “reducción de la Jornada Laboral y la redistribución de las horas sin afectar el salario”; y demandan la “reincorporación de todos los despedidos y despedidas”, entre otras reivindicaciones.
Dice el comunicado de prensa, que “las organizaciones convocantes construimos, desde Córdoba, un Paro General contra el ajuste, por el trabajo y por el salario, contra el hambre y la pobreza, que deberá ser adoptado cuanto antes por las centrales sindicales nacionales”.
En la convocatoria también participan organizaciones piqueteras, el SUOEM, Luz y Fuerza de Córdoba, docentes autoconvocados de varias provincias, el SUTNA (Neumático), docentes universitarios, los jubilados, y sindicatos y sectores sociales que “hoy enfrentan el ajuste en la calle”.
Plantean ATE y la CTA-A que “mientras el informe del Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA avizora una inflación del 72,6% para el 2022, el gobierno provincial cierra paritarias semestrales por el 30%, y el intendente, Martín Llaryora, intenta imponer un acuerdo aún más gravoso a los municipales”.
Agregan que esto sucede “a pesar de que el crecimiento nominal de la recaudación provincial fue del 79% respecto al mismo mes del 2021. El crecimiento significa un récord histórico y se suma a una seguidilla de 22 meses con aumentos reales por encima de la inflación. Durante estos mismos meses, los trabajadores hemos perdido salarios, jubilación y condiciones de trabajo. Es claro quién está pagando el ajuste y quién se está beneficiando de él”.
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