El gobierno nacional muestra su falta de reflejos en plena campaña electoral para las PASO y se mira su propio ombligo. La oposición de derecha, evidencia que no tiene límites y utiliza pseudo-hechos como el ingreso de una asistente de la Primera Dama, Fabiola Yañez, o la actriz Florencia Peña a Olivos -que no es un delito- y un discurso que indica una peligrosa y excluyente radicalización del proceso y el discurso político.
También gana dimensión otro factor: Ambos bloques, el frente peronista y Juntos por el Cambio, apuestan por una construcción economíco, política y cultural centralista, ya sin disimulo. El dato surge de la foto que ilustra la reunión para decidir sobre la combinación de la segunda dosis de vacunas contra el coronavirus. Allí aparecen los ministros de Salud de Nación, Buenos Aires y CABA y el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y faltan 22 representantes provinciales. Como toda foto que registra un momento importante, es de una potencia atómica.
1: Olivos, los trolls, los machirulos y el país banal: Una instalación de trolls, a través de Twitter, que empezó la semana pasada a partir de la difusión de la lista de visitantes a Olivos realizada por un medio de comunicación del AMBA, se ha convertido en la comidilla de las redes sociales y llegó a los medios de comunicación clásicos. Discursos cavernícolas, sexistas y autoritarios proliferan y se amplifican a medida que corren los días.
Sin embargo, su crecimiento es fruto de un nuevo “error no forzado” del Presidente Alberto Fernández y el frente peronista en el gobierno.
Por lo general, en comunicación política, los temas que no son favorables; que son falsos; que no integran la agenda pública; o que corresponden a otro eje de campaña electoral, ajeno al propio, no se debaten. La realidad indica, que con esta instalación, el gobierno terminó metido en el fango. Aceptó participar de una cuestión lateral de campaña, impuesta por el poder de fuego de la oposición. Da la impresión, también, que esta decisión se debe, sobre todo, a la carencia de planteos propios.
A ello, debe agregarse que toda discusión o disputa de la opinión pública debe tener en cuenta las reglas de “a quién favorece”, de “la oportunidad”, del “contexto” y de “la fuerza propia”. En todos los casos, el funcionario o equipo que hizo el análisis se equivocó y JxC instaló un tema de agenda, en beneficio propio. Por ese motivo, van ingresando en el juego los habituales multiplicadores del discurso opositor, como el porteño Fernando Iglesias o el cordobés Mario Negri.
A las 9 de la mañana metían presa una señora por pasear un perro y a las 9 de la noche había asado con chimichurri en Olivos. En plena cuarentena más estricta.
El poder está vinculado para el Gobierno con la impunidad.
Hicieron abuso del poder en medio del dolor. pic.twitter.com/t9vp8qJ8e9— Mario Raúl Negri (@marioraulnegri) August 4, 2021
Más allá de quién tiene la razón, en principio, en la disputa de la opinión pública gobiernan las emociones y los encuadres que la sociedad posee para interpretar el debate y tomar posición. Aquí, para vastos sectores sociales, el eje principal no es, por lo tanto, la tensión discurso sexista, violento y autoritario versus discurso no sexista, no violento e inclusivo, sino si la secretaria de la Primera Dama o Peña tuvieron sexo con el Presidente o no. Se trata de una disputa que se encuentra enmarcada y condicionada por la cultura patriarcal.
Sin embargo, este no es un partido para definir la cuestión patriarcal, sino un partido en el que la oposición intenta jugar para abroquelar al electorado propio alrededor del concepto de que el Gobierno nacional utiliza discrecionalmente el poder y para construir la imagen de un Presidente que no gobierna y que se dedica a la diversión. Allí, en el segundo tramo de la definición es probable que se encuentre, además, un caballo de troya destinado al segmento de sectores sociales anti-política o menos comprometidos con las ideas del oficialismo. Se puede imaginar, por lo tanto, que este plano de debate y contragolpe (el de violencia de género), iniciado por sectores del gobierno y el FdT a partir de declaraciones del diputado Iglesias, más allá de la buena voluntad, es como querer darle agua a alguien que sufre de adicción al alcohol.
Por eso, la decisión de darle entidad al tema, que es un sainete, es a todas luces un error del oficialismo, al que la oposición de JxC intentará extraerle, naturalmente, todo el rédito que pueda.
A su vez, el Presidente y el oficialismo nacional dejan en evidencia, en este cruce, que necesitan de una estrategia política y de ejes de campaña propios y potentes. De lo contrario, cada paso que den, será sobre una cinta de gimnasio, en la que uno camina y camina y no avanza ni un metro.
2: La radicalización del discurso opositor de derecha preanuncia conflictos violentos y de puja por la vigencia de derechos y la democracia: Tanto el pseudo-hecho de Olivos como el discurso de algunos de los dirigentes de la derecha argentina, indican una vocación excluyente y de riesgo para la democracia y el sistema republicano, que se asienta en la representación de los diferentes y en la institucionalización de las tensiones y disputas de clases y sectores sociales y económicos.
El primero de este artículo, es Negri. En una entrevista, a fines de la semana pasada, en CNN Radio que reprodujo el diario La Voz, dijo lo siguiente:
-“Me siento con potencia y capacidad para encender las luces del Senado. Es allí donde se construye las políticas del kirchnerismo, allí está la persona más inteligente del kirchnerismo, la que quiere volver a los ’70, la que piensa que podemos vivir del mundo aislados, en un marco de alianza solamente con Venezuela y dos o tres países más, o la que cree que los derechos humanos se pueden violar un poquito y no mucho”.
-“Córdoba hace años que no tiene una voz potente en el Senado. (…) El Gobierno provincial, por sus dificultades, arregla con el Gobierno nacional. Y el Senado es la madriguera del poder de Cristina, donde se elabora la política del kirchnerismo”.
-“Me siento con responsabilidad de representar a Córdoba, una provincia emblema de la producción, con sus universidades que ponen de pie al país, donde predomina la idea del trabajo sobre la idea del subsidio, donde está el campo pujante al que el kirchnerismo le mete la mano”.
Un análisis de sus palabras revela una peligrosa deriva autoritaria: Considera que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner es una especie de animal, cuya “madriguera” es el Senado. Son palabras “ultras” y “primitivas”, que no admiten la existencia de las diferencias e impulsan o motivan las acciones violentas. Para el sentido común, en las “madrigueras” se encuentran animales peligrosos. Por asociación CFK es alguien peligroso.
Llama la atención el silencio de sus propios correligionarios y compañeros de ruta del PRO.
Sobre el resto de las definiciones, Negri o cualquier otro dirigente está en su derecho de opinar, porque en definitiva la política incluye el cruce puntos de vista más allá de si son verdad o son mentira; de si son correctos o incorrectos. Es parte del debate y la disputa por la opinión pública y la construcción de consensos alrededor de una idea o concepto o sistema de poder. Lo peligroso es equiparar a CFK, la dirigente que probablemente tiene la mayor cantidad de votos del país, con un animal peligroso. Es degradar su representación.
El segundo es el libertario José Luis Espert. En una entrevista con Radio Rivadavia, el economista adujo que “hay inflación por un Estado elefantiásico”, y expresó que deben existir “leyes laborales razonables como las que tiene el mundo” y “erradicar de la faz de la Tierra al populismo para así lograr que la gente viva bien”.
Otra vez, el tamaño del Estado, el tipo de leyes laborales, o el grado de apertura de la economía argentina son opinables o planos de debate político y económico. El punto explosivo, excluyente y autoritario está en la oración que dice: “(…) Erradicar de la faz de la Tierra al populismo para así lograr que la gente viva bien”. Es un discurso totalitario. Un discurso de odio al diferente de él y de persecución a las ideas que no sean de derecha.
Tanto Negri como Espert muestran la aparición de dirigentes y fuerzas políticas que consideran como condición para el funcionamiento del país, la exclusión del populismo o cualquier planteo político y económico que dispute la hegemonía al bloque de derecha económica.
3: La Foto de la semana: El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, junto con la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, y los ministros de Salud de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, y de CABA, Fernán Quirós, discuten sobre la combinación de vacunas para permitir la colocación de la segunda dosis a los argentinos que recibieron la Sputnik V. Allí, resolvieron avanzar en la colocación de AstraZeneca o Moderna para tratar de completar el esquema de vacunación en este mes de agosto.
Se trata de una imagen del centralismo político y económico, que se sostiene en los 17,5 millones de habitantes de Buenos Aires (11,3 millones de los tres cordones del GBA) y los 3 millones de CABA. Pese a ello, faltaban en la mesa de las decisiones, las otras 22 provincias argentinas.
Que la foto haya sido tomada, pone en evidencia como se ha trasladado exageradamente el eje de poder hacia la región de CABA y provincia de Buenos Aires. Nuestra historia está cruzada por el conflicto entre el puerto y el interior. Este tiempo, sin distinción de partidos o bloques políticos, también parece atravesado por esa misma contradicción.
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