(Por @modoviaje.ok) Bajás del tren de cercanías que te trae de Madrid, caminás unas pocas cuadras y la delgada silueta de El Quijote tallada en metal te da la bienvenida a Alcalá de Henares, la ciudad de Miguel de Cervantes Saavedra.
La ciudad es preciosa, plagada de cigüeñas, y de espíritu joven gracias a su prestigiosa Universidad que fue creada por Francisco Jiménez de Cisneros, el cardenal y ministro de los Reyes Católicos, en 1499. Hasta allí llegan estudiantes de todo el mundo a estudiar español, letras y literatura. ¡Quién pudiera!
La preciosa construcción alberga al Paraninfo, donde el rey de España entrega el premio Cervantes de literatura en lengua castellana. Esta distinción, una de las más calificadas en el mundo de las letras, fue recibida por los argentinos Juan Gelman, Adolfo Bioy Casares, Ernesto Sabato y Jorge Luis Borges.
A pocas cuadras está el Museo Casa Natal de Cervantes, en la calle Mayor, donde vivió el genial escritor desde su nacimiento, el 29 de septiembre de 1547 hasta 1551 (@museocasadecervantes).
Es una vivienda de dos plantas donde se recrea la vida hogareña y se realizan exposiciones culturales. Vimos una interesante muestra sobre el teatro español. Es gratis.
En la puerta, por supuesto, están las esculturas Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza. Obvio que esa es la foto que todos elegimos.
Continuamos por la Calle Mayor por la antigua judería con sus arcadas famosas en Europa por sus soportales de madera (en la antigüedad sostenidos por vigas de madera; hoy, de cemento). Es el centro comercial de Alcalá. En la misma calle se ubica el Hospital de Antezana que funciona desde 1483. Es el más antiguo del Europa. Y se puede visitar.
En Alcalá es un placer callejear, solo observando el movimiento de la vida diaria. Todos dicen que en esta culta ciudad española se comen excelentes bocadillos. Así que dejamos para la despedida las súper recomendadas tapas de @indalotapas. Alcalá es una delicia.
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