Para Alberto Fernández, la obsesión es mostrar al peronismo unido. Cree que es una garantía para vencer en las elecciones del 27 de octubre frente a Mauricio Macri, pero fundamentalmente, para gobernar a partir del 10 de diciembre si llega a la presidencia. Tanto sus economistas como él mismo, han advertido que no será fácil administrar el país que dejará Mauricio Macri. También, porque luego de la diáspora de peronistas que dejó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se propuso juntarlos a todos. “Es la foto de la familia unida. Para nosotros, los peronistas, eso es fundamental”, cuenta un veterano operador del PJ que habló con ENREDACCIÓN.
Ayer, en diálogo con el Negro González Oro, en Radio 10, Fernández reveló cuáles serán sus próximos pasos: “Ayer (por el lunes) me llamó el gobernador de Neuquén [Omar Gutiérrez], hablamos de Vaca Muerta, y de todo el desafío que supone todo eso”. Y enseguida disparó: “También hablé con ‘el Gringo’ (Juan) Schiaretti, Tuve una larga charla con él, una muy linda charla con el Gringo. Tenemos que sumar a todos, a mí no me importa cómo votaron, me importa que entendamos que tenemos un compromiso con el país y con cambiar el funcionamiento y la estructura de país, y hacer un país federal, de una vez y para siempre”.
Mientras que en Telenoche (el noticiero de Canal 13), en otra entrevista que concedió a los medios porteños, el candidato peronista afirmó que “soy el único posible presidente en la historia de la Argentina que puede tener de vicepresidenta a una amiga que además fue dos veces presidenta. No voy a prescindir de eso, voy a aprovecharlo. Terminemos con los enojos del pasado, Cristina puede ayudar y mucho”, lanzó en la misma línea argumental que sostiene con Schiaretti.
Y para completar el escenario, agregó que “la unidad sin Sergio Massa no hubiera sido unidad. Sergio suma, le tengo mucho cariño y sería un muy buen presidente de la Cámara de Diputados si así lo eligieran. Creo que va a ser una pieza importante en el futuro”. Además de hablar de unidad, blanqueó cuál es el acuerdo con el tigrense.
De algún modo, el principal logro de Alberto Fernández, ha sido reconstruir al peronismo como un movimiento nuevamente. Allí confluyen el kirchnerismo; los peronistas más moderados como la mayoría de los gobernadores; los intendentes del conurbano, que reportan a Cristina, pero también a él; y los moderados como Sergio Massa o Felipe Solá. Incluso, habló a través de Solá y Wado de Pedro con Roberto Lavagna. Muchos operadores del justicialismo señalan que el ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner es una opción poderosa para conducir la economía si triunfa el frente peronista. Sólo le quedan por convencer Schiaretti y Juan Manuel Urtubey.
En Córdoba y en Buenos Aires señalan que la reunión se realizaría dentro de los próximos días, probablemente la semana que viene. Fernández irá primero a Mendoza a apoyar a la candidata a gobernadora Anabel Fernández Sagasti, la senadora camporista, que intentará derrotar al radical Rodolfo Suárez, el delfín de Alfredo Cornejo, en los comicios del 29 de septiembre.
GESTOS DE UNIDAD
El acuerdo básico que Schiaretti forjó hacia dentro del PJ provincial es sostener la lista corta de diputados de Hacemos por Córdoba y luego que cada uno de los intendentes, legisladores y dirigentes tenga libertad de acción. Informalmente, el PJ trabaja para los Fernández, porque la mayor parte de su aparato político lo ha hecho en todos los departamentos. Si bien, los referentes públicos de esa movida son el senador Carlos Caserio y el intendente de Villa María, Martín Gill, el grupo más grande de los jefes comunales han trabajado con las dos listas sin mostrarlo de manera orgánica.
Por ahora, todo seguirá igual, con la lista corta como estrategia política, sobre todo porque el PJ consiguió casi 17 puntos. Si para octubre logra afilar el trabajo del aparato y evitar tantos votos nulos, podría orillar los 20 puntos. Una enormidad para una provincia como Córdoba. Con eso, tendrá súper asegurado el objetivo de renovar con Carlos Gutiérrez y Claudia Martínez las dos bancas que pone en juego, las de Adriana Nazario y Juan Brügge.
Otro elemento que se suma a este combo, es que el PJ como publicó este medio, logró corte de boleta de Juntos por el Cambio, el Frente de Todos y Consenso Federal. Es decir, tres canastas tributaron a Schiaretti, siendo la macrista la mayor de todas.
Dicho de otro modo, Schiaretti sigue trabajando su acercamiento a Fernández, un paso que podría incluir, en algún momento, la firma del compromiso federal que el candidato peronista logró con todos los gobernadores de su partido y el santiagueño Gerardo Zamora. Las posibilidades de que ello ocurra se acrecientan a medida que la crisis se profundiza, porque la cuenta de ingresos no para de caer y podría forzar el rojo del presupuesto provincial, además de problemas de caja en las intendencias justicialistas de toda la provincia.
Puesto en otros términos, sin asistencia nacional es probable que haya dificultades financieras. Por eso, los gestos de diálogo y acercamiento cada vez más cercano.