En diciembre de 2008 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 19 de agosto como el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria en memoria de un atentado terrorista llevado a cabo contra la sede de las Naciones Unidas en Bagdad (Iraq) ese día del año 2003.
Desde entonces, la fecha busca conmemorar a los trabajadores humanitarios y profesionales de la salud que dedican su vida a prestar asistencia y a proteger a millones de personas.
“Si bien muchas personas en el mundo, de diferentes edades, precisan diversos tipos de asistencia, una de las poblaciones más vulnerables y que precisan mayores cuidados es la de los adultos mayores. Con los avances de la medicina y el aumento de la expectativa de vida se generan más situaciones de dependencia y menos tiempo de los familiares para dedicarle a sus seres queridos por lo que el personal de la salud o cuidadores capacitados para darles soporte, asumen un rol fundamental para el desarrollo de sus actividades diarias”, comenta el Dr. Simón Fernández, médico especialista en clínica médica (MN 103576) y Director Médico de En Casa, organización con más de 30 años de experiencia en soluciones de salud en el hogar e internaciones domiciliarias.
CUÁLES SON LOS PILARES DE LA ASISTENCIA A LOS ADULTOS MAYORES
“Primero que nada, las relaciones familiares son cruciales para ellos. La familia representa, sin lugar a dudas, el primero y el más importante de los recursos en el suministro de apoyo, tanto material como afectivo, con que cuentan los mayores ante posibles situaciones de necesidad originadas, por ejemplo, por el deterioro del estado de la salud. La tranquilidad que proporciona una buena relación familiar disminuye la incertidumbre que muchos mayores declaran, cuando imaginan acontecimientos venideros en los que aparecen dificultades físicas o mentales que les impidan desarrollar una vida autónoma”, explica el Dr. Fernández.
En Casa cuenta con más de 30 años de experiencia en el diseño de soluciones de internación domiciliaria y cuidados de la salud en el hogar en la Argentina. Desde 1991 ha asistido a más de 50.000 personas, adultos y niños con enfermedades crónicas o agudas. Ya sea que se trate de curaciones simples o patologías complejas, el equipo de En Casa diseña la solución adecuada y la implementa en el hogar, ayudando a lograr una mejor experiencia para el paciente y su entorno.
Por otro lado, las familias pueden apoyarse en acompañantes o cuidadores capacitados para fortalecer las capacidades de la persona mayor y su confianza. Estos deben plantear un plan individualizado basado en las necesidades y características de quien asisten, contemplando el conjunto de las actividades de la vida cotidiana y el apoyo afectivo, familiar y social. Su principal objetivo es transformar el día a día de la persona, logrando mejorar su autopercepción, empoderando y haciéndola sentirse acompañada.
Para poder asistir de manera correcta a mujeres y hombres mayores se recomiendan diferentes herramientas, ya sea para sus familiares como para sus cuidadores:
-Entender las necesidades de asistencia del adulto para poder detallar al máximo las tareas de quien o quienes lo asisten.
-Contar con un cronograma de actividades rutinarias que incluya horarios de comida, baño, cambios de ropa y sueño.
-Organizar un plan de estimulación cognitiva y otro de actividad física o movimiento de manera regular y diaria, siempre dando opciones para que sea el adulto quien elija.
-Armar un programa de ocio, con música o programas de entretenimiento que sean del agrado de la persona.
-Lograr un mutuo acuerdo entre familiares y personal a cargo para definir todas las acciones y responsabilidades.
En el caso de personas mayores enfermas que requieran una asistencia médica especializada, es importante, en primer lugar, asegurar que los derechos del paciente sean respetados durante toda la internación domiciliaria.
Estos derechos son:
-Ser asistido por un profesional de la salud. No importan las creencias religiosas, políticas, condición socioeconómica, raza, sexo, orientación sexual o cualquier otra condición.
-Recibir un trato digno y respetuoso.
-Que la documentación clínica sea confidencial.
-Poder aceptar o rechazar tratamientos o procedimientos médicos o biológicos.
-Recibir información sanitaria de manera clara, completa y comprensible sobre el estado de salud y los tratamientos, la evolución y los riesgos que podrían implicar.
-Poder realizar una interconsulta, si es necesario, y que le proporcionen la información necesaria para hacerla.
“El cuidado domiciliario es un modelo sanitario que brinda muchos beneficios para el paciente y su familia entre los que se destacan el bienestar, la calidad de vida y la posibilidad de recibir una atención médica integral y multidisciplinaria en el ámbito del hogar”, concluye el Dr. Fernández.
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