La canción que lleva como título “Los Muchachos Peronistas” que se popularizó por el cantante y cineasta Hugo Del Carril (aunque su autoría es anónima y de atribuciones disputadas), afirma que Juan Domingo Perón es el primer trabajador. Pocos conoces que también puede haber sido uno de los primeros dirigentes ambientalistas argentinos.
En su exilio en Madrid, el 21 de Febrero de 1972, el presidente destituido publicaba “Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo” (1). En ese breve (pero contundente) escrito advertía meses antes de la Cumbre de la Tierra en Estocolmo (Junio de 1972): “Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobreestimación de la tecnología, y de la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esa marcha, a través de una acción mancomunada internacional”.
En un análisis directo interpela a la humanidad, a sus gobiernos y a los pueblos del “Tercer Mundo” a proteger el ambiente y sus recursos para superar la pobreza y prolongar la vida de la humanidad. Perón luego de este mensaje, manifestó reiteradamente su preocupación ambiental en diferentes discursos, entre otros, en el Congreso del Partido Justicialista en el Teatro Nacional Cervantes el 18 de agosto de 1973, en la Conferencia de Países No Alineados en Argelia el 7 de Septiembre del mismo año, y se preguntaba ¿Cuál será el futuro de la humanidad?
Como describíamos entre el 5 y 16 de Junio de 1972 se realizó la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano, conocida posteriormente como Cumbre de la Tierra de Estocolmo. Fue la primera gran conferencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre políticas ambientales a nivel internacional. Veinte años después se concretó la Cumbre de Río de Janeiro (1992), en la que se abordó la problemática sobre los patrones de producción , especialmente de la producción de componentes tóxicos como el plomo en la gasolina y los residuos contaminantes, las fuentes alternativas de energía para el uso de combustibles fósiles, vinculados al cambio climático global, el apoyo al transporte público para reducir las emisiones de los vehículos, la congestión en las ciudades y los problemas de salud causado por la polución y la creciente escasez de agua.
En el 2002, la ONU convoco a la Cumbre de Johanesburgo en la que el principal objetivo era renovar el objetivo político asumido por las naciones con programas de cuidados del ambiente, en lo que se denominó “Desarrollo Sostenible” reduciendo la pobreza y la degradación ambiental.
Ya en este Siglo, se concretó la Cumbre Rio+20 (2012) que por las organizaciones sociales abocadas a la defensa ambiental (usualmente descalificadas por los actores económicos extractivitas como “fundamentalistas” y “ambientalistas”) calificaron a la misma de vergonzosa por la incapacidad de las naciones desarrolladas para alcanzar acuerdos profundos sobre temas cruciales para la vida en el planeta.
Sin embargo, se puede destacar de esta cumbre el discurso pronunciado por el expresidente Uruguayo José “Pepe” Mujica en la que hace algunas preguntas provocando la reflexión: “¿es el modelo de desarrollo el de las economías de consumo? ¿El mundo tiene la capacidad de producir recursos para 7 u 8 mil millones de personas para que todas tengan el mismo grado de consumo y despilfarro que tiene las más opulentas sociedades occidentales? ¿Gobernamos la Globalización o la Globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de “solidaridad” y “de que estamos todos juntos” en una economía que está basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?, luego afirma: “el desafío que tenemos es colosal ¡el hombre no gobierna hoy las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado lo gobiernan al hombre! (2)
Juan Domingo Perón ya advertía 50 años antes que los organismos institucionales internacionales y nacionales comenzaran a implementar políticas públicas sobre la dramática situación de la problemática ambiental a nivel universal. Al respecto el líder argentino decía: “El hombre debe volver a encontrarse en su relación con la naturaleza. Debemos escuchar con atención el mensaje ancestral de nuestro s hermanos pueblos originarios. Ellos aman la naturaleza. Para ellos la tierra es su madre, no un recurso.” (3)
En 1990 la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) elaboró un documento de distribución restringida, que hoy se encuentra accesible en el web, titulado “La ecopolítica del Desarrollo Sustentable: Una visión Latinoamérica de la agenda global sobre el medio ambiente” en el que se realiza una descripción de como nuestro subcontinente se ubica en la periferia de la dinámica económica de los países centrales y como esa realidad es funcional a las potencias occidentales. La consecuencia directa es la creciente escasez de biodiversidad y recursos naturales, fronteras e instituciones locales para hacer frente a la crisis.
Este documento, en su parte final se pregunta ¿Serán los Latinoamericanos los Peronistas de la Nave Tierra? Y entre otras cosas afirma que el fortalecimiento de la democracia es necesario para reencontrar el camino del desarrollo en la región, estabilizar sus economías, mejorar la distribución del ingreso y que esto debe hacerse en un contexto de desarrollo ambientalmente sustentable. El texto, mantiene la esperanza, afirmando que “…quizás la ecología logre lo que no ha logrado la economía: la integración de nuestras sociedades…” (4) de igual manera que propiciaba el Presidente Perón.
El 2020, como fue previsto por Perón (Fidel Castro, Pepe Mujica entre muches otres líderes latinoamericanos) nos muestra las dificultades a las que nos deberemos enfrentar para sobrevivir a la defensa que la naturaleza hace de sí misma ante la cultura de una minoría de la especie humana que ha tomado al planeta como propio, le ha extraído riquezas, lo ha ultrajado y violentado poniéndose incluso por encima de sus semejantes, impartiendo igual maltrato con “razas”, nacionalidades, géneros, identidades sexuales o de cualquier tipo de diferencias que considera inferior. Solo el hombre occidental y capitalista parece tener “derecho a vivir en el planeta”, aunque los remedios para la pandemia y la escasez de condiciones propicias para la vida, si continuamos en este camino de la dictadura de los mercados, tarde o temprano no podrán ser compradas.
En la Córdoba del Orden que nos toca vivir nos gobierna esa dictadura del mercado. La “economía del progreso” asociado a la obra pública de dimensiones faraónicas se imponen por sobre la democracia de la participación ciudadana, sobre el bosque nativo, sobre el derecho de participar en la planificación del territorio en que tenemos que vivir. El desmonte, la ciudad extendida sin límites haciendo de la tierra una mercancía, los agroquímicos y las autovías para dar conectividad a esos negocios, son planes sin licencia socioambiental, son productores de escasez necesarios para expandir los mercados, porque el Orden en Córdoba es que todo sea una mercancía con derecho para las minorías, para las mayorías que quedan afuera existe la fuerza policial y la represión.
Este año escribimos una columna que titulamos “Inquisidores alumbrados ¿en la ecopolítica?”, intentando distinguir los imaginarios que se disputan en la sociedad cordobesa. Casual o causalmente, las instituciones estatales abonan simbólica y materialmente a la Córdoba del Orden (5) que representa en lo local a esa minoría social discriminadora y extractivista.
¿Será que en Córdoba les muchaches peronistas no leyeron el mensaje ambiental de Perón? A la luz de las acciones, no solo no lo leyeron, lo contradicen recurriendo a la tecnocracia que el mismo General cuestiona en el mencionado documento. Lo que parece consecuente con el posicionamiento distante que el Cordobesismo mantiene respecto al gobierno del Frente de Todos y cercanía que mantuvo con el gobierno de Cambiemos.
La situación ambiental de la Provincia luego de los incendios desbastadores y las largas luchas ambientales en defensa del bosque nativo, frente la instalación de Monsanto, las Madres de Ituzaingó contra la fumigación de sus viviendas y sus hijes, las coordinadoras que demandan participar de la planificación y ordenamiento del territorio, por tanto también de las obras públicas, entre muchas micro y macro contraconductas de cordobeses y cordobesas que enfrentan al abuso del poder del mercado, parecen ser más Peronistas que quienes desde hace 20 años (y solo cada cuatro) en los actos de campaña provincial cantan la marcha y ponen los dedos en V.
* Darío Gómez Pucheta es licenciado en Trabajo Social y Doctor en Administración y Políticas Públicas.
Citas
1) Ver texto completo en https://www.chacodiapordia.com/2020/10/18/politica-ambiental-cuando-peron-la-vio-venir/
2) Ver Discurso del Presidente Mujica en Rio +20: https://youtu.be/3cQgONgTupo
3) Perón, Juan Domingo (2009) América Latina ahora o nunca. 1° ed. Coop. Punto de Encuentro. Bs. As.
4) Para ver el documento completo, ingresar en el repositorio digital de CEPAL: https://repositorio.cepal.org/handle/11362/29695
5) Gómez Pucheta, Darío (2020) Córdoba y el Derecho a la Ciudad ¿Quién tiene el poder? Ed. Brujas. Córdoba.
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