“La decisión adoptada por el presidente Alberto Fernández es útil y oportuna para los intereses de Argentina, beneficiando a trabajadores, productores, banca nacional y la población en su conjunto, evitando que como consecuencia del quiebre de la empresa Vicentin, esta caiga en manos de empresas extranjeras a un “precio vil”, con el consecuente agravamiento de la situación que padecen todos los sectores involucrados”, dice el documento dado a conocer por Reunir, el sector interno del PJ cordobés que lidera Eduardo “Lalo” Barrionuevo, y que también lleva la firma de Ricardo Visani.
Se trata de la primera expresión de un sector del peronismo cordobés sobre este tema, al que el gobernador Juan Schiaretti ha puesto en el freezer, a causa del ruido que genera con una parte de la base electoral de Hacemos por Córdoba (organizada alrededor del PJ) y con las entidades gremiales del sector agropecuario. Barrionuevo es un dirigente de extensa trayectoria en el peronismo y junto al gobernador José Manuel De la Sota, que ahora se encuentra alineado con el llamado “albertismo”.
El documento, titulado “Vicentin: la expropiación y sus consecuencias”, propone además, que “para alcanzar los objetivos propuestos por la intervención de la empresa, en su dirección deben tener una participación activa todos los sectores involucrados: trabajadores, consumidores, cooperativas y productores pequeños y medianos, empresarios del rubro de la alimentación y toda otra organización ligada a la producción agropecuaria”.
Analiza que la decisión del gobierno nacional “pone límite a la fuga de divisas al exterior y la profusa constitución de activos en el extranjero, con el consecuente perjuicio al país y a quienes con su esfuerzo y sacrificio sostienen las empresas con el resultado de ‘empresarios ricos-empresas y trabajadores pobres’”.
Plantea que “sale al cruce a una estafa multimillonaria por la toma de créditos (que a sabiendas no serán pagados) con la complicidad de funcionarios y gobernantes (Javier González Fraga – Mauricio Macri)” y apunta que “de este mecanismo, los cordobeses tenemos memoria con lo acontecido en época del gobierno radical, cuando se otorgaban créditos a los “amigos del poder” llevando a la desaparición al Banco Social”.
Finalmente, dice que “al pasar el Gobierno a controlar la empresa, se rompe un eslabón de especulación financiera, por parte de aquellos que, reteniendo los granos de soja, presionan para la suba del valor del dólar y la incidencia en el ingreso de divisas a las arcas del Estado nacional y hacer frente a las presiones de los acreedores extranjeros, que impiden nuestra independencia económica” y expresa que “pone de relieve una vez más, como lo es durante la pandemia la salud pública, la importancia del rol de un Estado presente, como factor de equilibrio de las fuerzas del capital al servicio del trabajo y la producción”.
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