La provincia más macrista de la Argentina sufrió los fuertes efectos de la política neoliberal y desindustrializadora, aplicada por la administración del ex presidente Mauricio Macri. Según los datos difundidos por el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos), la desocupación saltó de 9,1 por ciento en el tercer trimestre de 2018 a 11 por ciento en el mismo período de este año, una diferencia de 1,9 por ciento.
Lo mismo sucedió con la subocupación, que pasó de 14,8 por ciento en el trimestre tres de 2018 a 16,6 por ciento en el mismo lapso de 2019.
De este modo, el conglomerado del Gran Córdoba es uno de los que posee cifras más altas de desocupación y subocupación en Argentina.
En el rubro desempleo, Córdoba sólo es superado por el Gran Buenos Aires (GBA) con 12,1 por ciento; San Nicolas-Villa Constitución, con 11,4 por ciento; y Tucumán-Tafi Viejo, con 11,1 por ciento.
Luego supera a Santa Rosa-Toay, que tiene 10,8 por ciento de desocupación, Ushuaia con 10,3 por ciento y Mar del Plata con 10,2 por ciento. Es decir, es una de las siete ciudades-conglomerados metropolitanos que superan los dos dígitos. Los otros 24 que mide el INDE, están por debajo. La desocupación en todo el país, pasó de 9 a 9,7%, un incremento menor al esperado por los especialistas.
Mientras que, comparada con Rosario, Córdoba vuelve a presentar un impacto de la crisis más pronunciado: la desocupación en la principal ciudad a la vera del Paraná es de 8,7% (-2,3%) y la subocupación, 10,6% (-6%).
Por otro lado, la subocupación cordobesa también es de las más elevadas. En ese segmento, Jujuy-Palpalá encabezan el ranking con 17,8% de subocupación; seguidos de San Juan con 17,6%; Corrientes, 17,4%; y Mar del Plata, 16,9%. En el quinto lugar aparece la capital cordobesa con 16,6%. Como referencia, en el GBA, el índice de subocupación fue de 13%.
EN EL PAÍS
Los datos del tercer trimestre siguen siendo los más altos desde el 2006, pero muestran una leve caída en relación al período previo. A nivel interanual, creció en 0,7 puntos porcentuales.
El desempleo subió al 9,7% en el tercer trimestre y volvió a quedar como la tasa más alta para ese período desde el 2006. No obstante, la cifra fue menor a la esperada y representa incluso una baja contra los tres meses previos.
Si bien se trata de una cuestión estacional típica de esta fecha -donde históricamente la economía demanda una mayor fuerza de trabajo- la magnitud de la crisis hacía prever que la tasa de desocupación iba a mantenerse cerca del 10,6% reportado en el lapso entre abril y junio.
Los problemas de empleo se explican en el freno que tuvo el PBI, que alcanza a 2,5% en los primeros nueve meses de 2019.
Según lo reportado por el Indec, las mujeres jóvenes volvieron a ser las más afectadas con una tasa de desocupación del 22,6%, seguidas de los varones jóvenes (17,9%).
Por otro lado, los problemas de empleo también se observaron en los índices de subocupación y de ocupados que buscan otro trabajo. En cuanto a los primeros, pasaron de un 11,8% al 12,8%, mientras que los segundos tuvieron un salto mayor al dispararse al 18,6% desde al 16,7% que habían marcado en el tercer trimestre del 2018.
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