Los 59 despidos en Río Tercero y 42 en Villa María, junto a los 30 de Fray Luis Beltrán, en la provincia de Santa Fe, movilizaron a las comunidades donde funcionan las plantas fabriles de Fabricaciones Militares. Es la segunda ola de cesantías, luego de los realizadas a fines de 2017 (220 en Azul, con el cierre de la planta de esa ciudad, 28 en Villa María y 25 en Río Tercero) e implican una prolongación del ajuste en este sector de producción para la Defensa.
VER MÁS ARTÍCULOS DE FABIÁN GARCÍA.
VER El gobierno propone a trabajadores de Fabricaciones Militares que paguen caídas en las ventas.
VER El gobierno pone a las fábricas militares de Río Tercero y Villa María al borde de la desaparición.
El domingo, en una carta que envió a cada una de las fábricas y que publicó el diario La Nación, el interventor de la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM), Luis Riva, justificó las cesantías como una manera de evitar el cierre definitivo de los establecimientos productivos.
“Confiamos profundamente en la capacidad y profesionalismo del personal que continuará trabajando” y justifica la “difícil medida (para) evitar que las localidades de Villa María, Río Tercero y Fray Luis Beltrán tengan que atravesar las más difíciles situaciones que debió vivir Azul, a partir del cese definitivo de actividad que se produjo el 28 de diciembre pasado. (…) No vamos a permitir que suceda lo mismo”, señaló.
Siguiendo la línea oficial, el interventor apeló a la teoría de “la herencia recibida”: “Encontramos un panorama desolador fruto de -al menos- numerosas negligencias de los funcionarios designados por el anterior gobierno, cuando no errores graves en la decisión de inversiones, inoperancia en la gestión comercial, ineficiencia en las acciones de producción o irresponsabilidad en el aumento de la cantidad de colaboradores a quienes se dio empleo y sueldo, pero no trabajo”.
“En el caso de Fabricaciones Militares el déficit es de 1.600 millones de pesos por año y eso lo enfrentan todos los argentinos y las empresas. Nadie puede pensar que el país, después de 70 años de dilapidar recursos y corrupción sistemática, puede salir de la crisis sin sacrificios” (Oscar Aguad, ministro de Defensa al justificar los despidos).
Riva sigue diciendo en su carta, que para “optimizar la productividad” se inició un proceso de reestructuración para evitar el cierre definitivo del complejo de producción para la defensa, pero señala que las decisiones tomadas “no permitieron salir de una situación fuertemente deficitaria y lograr el equilibrio económico-financiero necesario para asegurar su sustentabilidad y crecimiento”.
Los despidos fueron comunicados el viernes último en las porterías de las fábricas, lo que generó escena de dolor e impotencia entre los afectados y sus compañeros. Sin embargo, el cese de los contratos -que tenían vigencia hasta el 31 de diciembre-, se harán efectivos desde el 1 de septiembre.
En ese sentido, hubo expresiones de apoyo durante todo el fin de semana. Por ejemplo, en Río Tercero van desde avisos publicitarios de la intendencia radical de la ciudad, que dicen: “Todos somos Fábrica Militar”, hasta afiches de apoyo con el mismo mensaje en todas las actividades culturales y deportivas que se hicieron en la ciudad y que se viralizan a través de las redes sociales. Así se puede ver a equipos de fútbol o árbitros de todas las categorías sosteniendo afiches escritos con birome en hojas de cuaderno o en cartones.
VILLA MARÍA: PARO Y SESIÓN ESPECIAL DEL CONCEJO DELIBERANTE
El secretario General de ATE Villa María, Fernando “Oso” Mercado le dijo a ENREDACCIÓN que “hoy vamos a la fábrica a acompañar los despedidos, porque no llegó ningún telegrama, ninguna comunicación formal comunicando el despido. Si no los dejan entrar, vamos a labrar un acta ante escribano. Luego marcharemos hasta el Concejo Deliberante, que desarrollará una sesión especial en apoyo a los trabajadores y a las 12 nos recibirá el intendente Martín Gill (PJ). El intendente se ha comprometido con el gremio a darle algún tipo de solución a los compañeros despedidos”.
La sesión especial había sido programada para el viernes, pero debió pasar a un cuarto intermedio ante la ausencia de los concejales del PRO.
Mientras que el miércoles, a partir de las 19:00, la comunidad de Villa María marchará en defensa de la Fábrica y en repudio a las cesantías; y el jueves, una delegación de trabajadores participará de una protesta de estatales contra el ajuste en la ciudad de Buenos Aires.
LEGISLADORES DEL PJ PIDIERON LA REINCORPORACIÓN DE LOS DESPEDIDOS
Los legisladores provinciales del PJ apoyaron de modo “incondicional” a los despedidos de las dos fábricas militares cordobesas y rechazaron “la presencia de Gendarmería Nacional dentro de la fábrica como método de intimidación hacia los trabajadores”, ocurrida el pasado 17 de agosto, en Río Tercero.
Agregan que “nos sentimos profundamente dolidos por la política de destrucción que lleva adelante el gobierno nacional del presidente (Mauricio) Macri y el cinismo absoluto con el que sus funcionarios consideran a los trabajadores como un “costo” a eliminar”.
Repudiaron “enfáticamente las declaraciones del ministro de Defensa, Oscar Aguad, quien tildo de meros “sacrificios” a las 101 familias que se encuentran hoy desempleadas. Además, vaticino que “no serán más de 200 los despidos” minimizando la triste situación que transitan hoy las familias al encontrarse sin su fuente de ingresos”.
Por último, demandan “al gobierno nacional, que reincorpore de manera inmediata a los 101 trabajadores despedidos el día de hoy, los 53 que fueron cesanteados en el mes de Diciembre pasados y disponga de las medidas necesarias para que empresas emblema para las ciudades de Río Tercero y Villa María como lo son sus Fábricas Militares puedan mantener abiertas sus puertas”.
LAS FÁBRICAS
RÍO TERCERO
Esta planta que fue volada en 1995 para ocultar el tráfico de armas a Croacia y Ecuador, es la más importante de las que sobrevivió. Llegó a tener más de 2 mil operarios antes de la presidencia de Carlos Menem y ahora trabajan 504. La planta química produce ácido nítrico al 98%, que es para uso militar y ácido sulfúrico y oleum. Mientras que la parte mecánica fabrica y repara vagones ferroviarios y puede fabricar y reparar cañones y producir proyectiles. Todas los otros posibles contratos con el Estado, tanto en el sector de Defensa como con otras áreas, están detenidos.
VILLA MARÍA
Tuvo alrededor de mil trabajadores hasta la crisis de 2001 y tiene 370. Aquí se elaboran pólvoras (para proyectiles y fuegos artificiales), dinamita y cipolet, un explosivo para minería.
—
Cómo comunicarse:
Redacción: [email protected]
Lectores: [email protected]
Equipo de Investigación: [email protected]
Sumate a un equipo que hace PERIODISMO COMPROMETIDO. Te invitamos a APOYAR a ENREDACCIÓN con una SUSCRIPCIÓN MENSUAL de 63 pesos. La SUSCRIPCIÓN se solicita a partir del sexto artículo (los primeros cinco se pueden leer gratuitamente) y te permite participar de los premios y beneficios de EL CLUB DE LA NOTICIA. Más información en Suscripción Digital.