La diputada nacional Lourdes Arrieta (La Libertad Avanza, Mendoza) dio explicaciones sobre la visita que realizó a genocidas junto a otros cinco legisladores libertarios en la cárcel de Ezeiza, pidió disculpas y le apuntó al titular de la Cámara Baja, Martín Menem, y a su par entrerriano, Beltrán Benedit, por la organización de la movida.
Luego de presentar un proyecto que busca la conformación de una comisión para investigar su propia visita a los represores, Arrieta se desligó de la organización de la visita y aseguró que “fuimos invitados a una visita que revestía carácter humanitario y para conocer las condiciones de detención de los internos. Nunca se nos informó cuál era la identidad de estas personas, y tampoco se nos dio a conocer cuáles eran las condenas”.
“Nosotros, como con Rocío, creímos en la institucionalidad de la Cámara de Diputados, porque se brindaron las herramientas para que esto sea una comitiva de diputados de la Nación que iban en su carácter de legisladores a conocer las instalaciones del penal y conocer, además, las condiciones sanitarias de los mismos”, agregó.
Durante su intervención, Arrieta apuntó contra el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el legislador de La Libertad Avanza (LLA), Beltrán Benedit, como los principales organizadores y responsables de la visita.
“Quiero comentarles que a mí se me invitó, cumplí con mi deber. Quiero pedir perdón a aquellos que se han sentidos molestos con este accionar de ir a visitar, la verdad es que no sabía. Creí en mi compañero, creí en la institucionalidad de la Cámara”, apuntó.
Y concluyó: “Si tienen que pedir algunas explicaciones, deberían comenzar con quienes lo organizaron, con quienes brindaron las herramientas para que esta visita se diera a cabo, o a aquellos que persiguieran otros fines que no nos fueron comunicados. Tanto el diputado Beltrán Benedit como el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, deberían dar explicaciones al respecto”.
LA VISITA A LOS GENOCIDAS
Los legisladores libertarios que concurrieron al penal de Ezeiza con conocimiento y autorización de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fueron Beltrán Benedit (Entre Ríos), quien gestionó personalmente entre sus pares, la invitación que le llegó a su despacho; Guillermo Montenegro (Buenos Aires), Alida Ferreyra (Corrientes), Lourdes Arrieta (Mendoza), María Fernanda Araujo (CABA) y Rocío Bonacci (Santa Fe). Luego Bonacci y Arrieta se despegaron de la visita y la movida política, que busca beneficiar a los genocidas con prisión domiciliaria, entre otras medidas.
En el Penal, los legisladores se reunieron con Alfredo Astiz, ex oficial de la Marina y quien se infiltró en las Madres de Plaza de Mayo y secuestró a las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet durante la dictadura. También estaban Raúl Guglielminetti (exagente de inteligencia del Batallón 601), Carlos Guillermo Suárez Mason Jr. (exmarino responsable de delitos de lesa humanidad en la ESMA), Antonio Pernías (miembro del grupo de tareas 3.3.2 en la por entonces ESMA), Gerardo Arráez (integrante del circuito represivo en Club Atlético, Banco y Olimpo), Honorio Carlos Martínez Ruíz (ex agente de la SIDE), Marcelo Cinto Courtaux (fue jefe de la sección I del Destacamento 201 de Inteligencia del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo), Juan Manuel Cordero (represor uruguayo), Mario “el Cura” Marcote (de la Patota de Feced en el Servicio de Informaciones, en Dorrego y San Lorenzo, en Santa Fe), Miguel Angel Britos (expolicía), Julio César Argüello (excabo en la Brigada de Investigaciones de La Plata) y Adolfo Donda (exoficial de la Armada y secuestrador de su sobrina, la exdiputada Victoria Donda).
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