Vecinos Autoconvocados del barrio Villa Belgrano, en el Noroeste de Córdoba Capital, pidieron el cese de “las habilitaciones descontroladas de locales comerciales, sanatorios, y mega emprendimientos inmobiliarios en altura”.
Lo hicieron a través de una nota dirigida al secretario de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Córdoba, Daniel Rey, que fue presentada y acompañada por el Centro Vecinal. El planteo cuenta con la firma de más de 900 vecinos del barrio. La misiva fue entregada la semana pasada.
Villa Belgrano es un barrio residencial, uno de los de mayor superficie de la ciudad, cuyos límites los marcan el río Suquía por el sur y el este; la avenida Recta Martinoli por el norte; y la avenida Heriberto Martínez por el oeste.
En el escrito, los vecinos reclaman “una reunión urgente con las autoridades competentes” y que “se paren todas las habilitaciones y construcciones comerciales y/o inmobiliarias en curso o venideras hasta tanto se haga un estudio mancomunado de medio ambiente, planificación y urbanismo con los vecinos para conocer y entender el objetivo a largo plazo que se persigue y el daño o beneficio que cada emprendimiento genera o puede generar”.
También demandan que “se realice un sinceramiento de las obras ya realizadas, habilitaciones, planos aprobados y cómo tratan sus residuos las mega edificaciones que se han habilitado”.
Afirman, en ese sentido, que “los vecinos tenemos el derecho al acceso a la información pública, y las autoridades que nos representan la obligación de brindarla”.
Otro punto del reclamo, es la “protección y voluntad de mejora hacia la Reserva natural Urbana San Martin y el área especial de la ribera del rio Suquía que corresponde a nuestro barrio, no solo los dañan las modificaciones ambientales y urbanísticas que están ejerciendo sino también la desidia”.
El documento entregado a Rey expresa, además, que “queremos remarcar que ninguno de los firmantes está en contra del desarrollo o el crecimiento, que por otro lado es lógico en cualquier ciudad como la que habitamos, sino que estamos en contra (del) avasallamiento sistemático y permanente de nuestros derechos, por la destrucción de la calidad de vida de esta gran mayoría en favor de unos pocos intereses, (y) por el daño irreversible a nuestro medio ambiente cuando se pregona lo contrario”.
Los firmantes piden que se interrumpa de modo inmediato “el avasallamiento de nuestros derechos, el daño irremediable que todas las medidas (o la ausencia de ellas) adoptadas en el último tiempo le están generando a nuestra calidad de vida, a nuestro entorno y al ecosistema”.
Recuerdan que “hemos solicitado respuestas, explicaciones, objetivos que el municipio persigue ante tales o cuales acciones, se han hecho denuncias particulares, notas grupales de vecinos, a través de nuestros representantes del Centro Vecinal, y ante todas y cada una de ellas, la respuesta siempre fue la misma, silencio”.
Dicen que “mientras esperamos que “alguien” nos escuche y nos responda, nuestro barrio va sufriendo en los últimos años una modificación absoluta de todo aquello que lo caracterizaba y lo volvió tan atractivo para los mismos que hoy lo están destruyendo”.
Finalmente, indican que “unos pocos, amparados por algunos acuerdos o intereses que desconocemos, están modificando su estructura, su seguridad, su ambiente y su paisaje”.