Luis Almada vende pollos asados a la parrilla y papas fritas en Villa Azalais. El presidente, Baldassi y la comitiva oficial llegaron casi sin avisar, así que el hombre que le había escrito pidiéndole ayuda para su fundación “Yo te ayudo, amigo”, se encontró de pronto con Macri. Un pedazo del barrio se instaló en la puerta de la pollería El Establo y como el titular del Ejecutivo no había almorzado aún, Luis puso un tablón en el fondo, y sirvió los pollos con papas fritas. ¿Quién almuerza con un presidente alguna vez en la vida? Todo el mundo piensa que nadie. Esta vez la suerte estuvo del lado de Luis y toda la familia, la comitiva y los que pudieron se metieron en el pequeño salón.
Almada que vivió en la calle, creó comedores nocturnos para personas en situación de calle, en los que se promueve que los comensales contribuyan con la elaboración de la comida. “Es para dignificar a la gente y para que se sienta útil”. Macri se comprometió a ayudarlo a él y sus compañeros de ruta con un lugar físico para la iniciativa y con recursos para capacitar en supermercadismo, gastronomía, panadería y parquización a entre 50 y 100 personas. También a darles trabajo formal, tramitando acuerdos con empresas locales. Cartón lleno para este hincha de Talleres, que le regaló una camisera del club de sus amores a un reconocido simpatizante de Boca.
Puede gustar o no, pero el video que salió de ese encuentro cumbre, es el guión perfecto que todo publicista imagina poder crear. Pero como se suele decir, la realidad es más fuerte que la ficción. Y la imagen de Macri agarrando la pata de pollo con la mano va a dar la vuelta al país una y mil veces. Esa foto vale más que estar 100 horas frente a una cámara de TV repitiendo “no gobierno para los ricos, no gobierno para los ricos…”. La oposición está ahora frente a un líder con pensamiento de derecha que es popular y no esquiva territorios y prácticas del peronismo o los partidos de izquierda. Es un escenario nuevo.
Mientras el presidente saboreaba la pata de pollo con una de las hijas de Almada en la falda, Baldassi era como un presidente en las sombras y como el Figuretti de Tinelli, estaba en todos lados. En la conferencia de prensa, con los nietos que hicieron el desarrollo tecnológico para comunicarse con personas con Alzheimer, en la pollería, en Villa María con las mujeres víctimas de trata. Baldassi se mueve como pez en el agua en los barrios y pueblos de la provincia. Lo conoce todo el mundo.
Este combo dejó hablando solo al gobernador Juan Schiaretti. Sus temas de ayer eran bastante menos interesantes y muy lejanos para la mayoría de los cordobeses: Los impuestos con que se queda la Nación y que no reparte a las provincias. Como Nicolino Locche o Ray Sugar Leonard, que se corrían todo el tiempo del lugar en que el rival suponía que estaban, Macri y Baldassi le hicieron pegar golpes al aire todo el día.
Cuando se encontraron en la conferencia de prensa, en el Aeropuerto de Córdoba, quedaron frente a frente las dos estrategias de campaña y los dos modelos de dirigente.
Macri le pidió a Schiaretti que bajé el impuesto a los Ingresos Brutos en los créditos hipotecarios y el cordobés le retrucó: “para que las provincias bajen impuestos, precisamos que la Nación nos devuelva los recursos que se están quedando y que les pertenece a las provincias, situación que ocurre desde hace 30 años. La Constitución Nacional establece que la mitad de los recursos que recauda el Estado nacional son para las provincias. En 2015, el gobierno anterior se quedó con el 75 o 76%; se mejoró un poquito en 2016 y se está quedando con el 74%. Falta un largo camino para recorrer”.
También debatieron sobre la obra pública: “Ni Córdoba ni nadie esta discriminado por cuestiones políticas. Pusimos mucho énfasis en las obras, se licitan de forma transparente. Como es el caso la de la autopista San Francisco- Córdoba. Ahora la pusimos en marcha y todo va a vapor. Obras que empiezan y se terminan. Nos hemos comprometido, obras que implican que no haya corrupción como en el anterior gobierno. No entiendo por qué se enojó el señor (José Manuel) De la Sota. Estamos haciendo 40 mil millones de obras. Vinimos a hacer las obras prioritarias que acordamos con el gobernador. La autovía ya habían hecho la mitad y nosotros ayudamos a hacer la otra mitad, la autopista a San Francisco, la Circunvalación, vamos a licitar la 158. No entiendo por qué se tiene que enojar”, dijo el presidente.
“El anterior gobierno nacional no quiso poner un peso, se llegó hasta fines de 2015 e hicimos un 60 por ciento. De los 8 mil millones que cuesta la obra, la Nación ha prometido 2 mil millones y nos ha ayudado a terminar lo que falta. Lo he invitado al Presidente y a De la Sota a la inauguración de la variante Elena el 25 de julio”, respondió el gobernador.
Queda un mes para las PASO que determinarán el escenario electoral de octubre. Ayer, Cambiemos entró en escena con paso ganador.
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