La petrolera Shell pasó de una cuota de mercado de 17,4% en enero de 2016 a una de 23,7% en junio de 2018. Un crecimiento de 6,3%, que equivale a un incremento de 36% en estos dos años y medio. El desarrollo de la compañía comenzó en 2015, cuando pasó de 15,9% (enero 2015) a 17,4% (enero 2016) de participación en el mercado de la provincia de Córdoba. Sin embargo, su ciclo de expansión se produce centralmente durante la actual administración del presidente Mauricio Macri, período en el que el ex-presidente de la empresa anglo-holandesa, Juan José Aranguren saltó de un lado al otro del mostrador, convirtiéndose en ministro de Energía y Minería.
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Se trata de un fenómeno local que va en línea con el contexto nacional, donde la argentina YPF pierde mercado en relación a Shell, Axion y Oil (Pampa Energía). Pero aquí, la velocidad del cambio es mayor.
En los primeros seis meses de este año, la versión nacional del Sistema Estadístico de Venta de Combustibles, que elabora la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (FECAC), revela que YPF perdió 1,4% y Shell creció 0,9%. También crecieron Oil (1%) y Axion (1%).
Pese a ello, YPF conserva en el país el 54% de la venta de combustibles y en Córdoba, en cambio, la petrolera de bandera posee menos de la mitad: 48,9%.
En el país Shell tiene una penetración de 19,2% y en nuestra provincia alcanza 4,5 puntos más y llega al 23,7%.
Al comparar lo sucedido en los últimos 30 meses, se puede observar que YPF pasó de vender el 57,1% de los combustibles en Córdoba a tener una cuota de 48,9%, esto es una caída de 8,2 puntos porcentuales o un 14,3% de su volumen de ventas.
Shell, por su parte, pasó de detentar el 17,4% en enero de 2016 a una porción de 23,7%. Capturó, en ese lapso, un 6,3% más de mercado.
Axion que tenía el 11,6% del mercado local posee ahora el 13,2%, es decir un aumento de 1,6%. Se trata de un incremento atenuado. El resto de los expendedores fue de 13,9% a 14,2%, un 0,3% encima del punto de partida.
ARANGUREN
Juan José Aranguren es un ingeniero químico que egresó de la Universidad de Buenos Aires e ingresó a trabajar en la refinería de Shell en Dock Sud en 1978 y en 2003, tras 26 años en distintos destinos de la empresa, fue designado Presidente de Shell Compañía Argentina de Petróleo SA. Renunció a esa posición para convertirse en ministro de Energía y Minería.
Ha sido el arquitecto de la desregulación e internacionalización de precios de las tarifas de servicios públicos y combustibles. El presidente Mauricio Macri le pidió la renuncia a mediados de este año para oxigenar su gabinete.
Era también uno de los funcionarios más ricos del gabinete y tenía el 83% de su fortuna, calculada el año pasado en 104,7 millones de dólares, en dos cajas de ahorro en el exterior. Tras dos años de gestión, la incrementó en un 20%. El ex ministro mantuvo sus acciones en Shell por un valor de 16.3 millones hasta septiembre de 2016, en que fue obligado a venderlas por manifiesto choque de intereses. En ese tiempo, el gobierno le había otorgado siete licitaciones para comprar gasoil de un total de ocho a Shell.
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